Renovar el PC es muy complicado pero elegir un nuevo monitor tampoco se queda atrás. Hacer una buena elección puede llegar a ser muy complicado, sobre todo si lo queremos para llevar a cabo tareas concretas o si buscamos determinadas características específicas orientadas a juegos.
No todo es tamaño de pantalla y resolución, hay mucho más detrás de un buen monitor, y por ello hemos querido hacer esta guía, en la que os daremos una serie de consejos básicos para que podáis elegir con seguridad vuestro nuevo monitor.
Tamaño de pantalla y resolución
Son dos elementos básicos y fundamentales sobre los que debemos empezar a construir nuestra decisión. Actualmente los tamaños de monitor más habituales rondan entre las 15 y las 34 pulgadas, aunque hay monitores con tamaños superiores para los usuarios con mayor presupuesto.
El tamaño de pantalla debe ser adecuado al uso que vamos a dar y a la distancia a la que nos vayamos a coloca del mismo. Así, si vamos a estar muy cerca del mismo lo mejor son tamaños de 18 a 24 pulgadas. Cuanto más lejos nos vayamos a colocar mayor deberá ser el tamaño.
Sobre el tema de la resolución debemos tenerlo en cuenta siempre asociado al tamaño de pantalla. Cuanto más pequeña sea una pantalla y mayor la resolución más concentrados estarán los píxeles y mayor será la nitidez que percibiremos. Por contra a mayor tamaño de pantalla más “estirados” quedarán y menos definición tendremos con la misma resolución comparando con pantallas más pequeñas.
En este sentido la distancia también influye y no hay un valor que podamos considerar como universal, pero os puedo dejar unas recomendaciones generales:
- Hasta 19 pulgadas: resoluciones inferiores a 1080p son aceptables.
- Más de 19 pulgadas hasta 24 pulgadas: resoluciones hasta 1080p son aceptables.
- Más de 24 pulgadas hasta 28 pulgadas: debemos considerar resoluciones superiores 1440p. Las resoluciones superiores también son aceptables.
- Más de 28 pulgadas: resoluciones 2160p o similares (por ejemplo 3.440 x 1.440 píxeles).
Relación de aspecto y tipo de panel
Una vez que tenemos claro el tamaño de pantalla y la resolución que vamos a necesitar debemos empezar a considerar la relación de aspecto del monitor, es decir el formato de imagen, y el panel que queremos o que mejor se ajusta a nuestro presupuesto.
Empezamos por la relación de aspecto. Actualmente el formato utilizado para monitores con resolución HD (1.280 x 720 píxeles) Full HD (1.920 x 1.080 píxeles), QHD (2.560 x 1.440 píxeles) y UHD (3.840 x 2.160 píxeles) es el que se conoce como 16:9, también llamado “panorámico”.
Es el más extendido y el que menos problemas suele dar, especialmente en juegos, ya que se aprovecha todo el espacio de la pantalla y no quedan bordes.
En resoluciones ultrapanorámicas, como 2.560 x 1.080 píxeles o 3.440 x 1.440 píxeles, se utiliza un formato 21:9 que no siempre cuenta con el debido soporte. Decimos esto porque en juegos que no soporten ese formato estaremos obligados a utilizar el 16:9 y tendremos dos bandas negras en los laterales.
Finalmente tenemos el formato 4:3, que fue uno de los más populares hasta el desembarco de las resoluciones HD y equivalentes “in crescendo”. Ha caído en desuso, pero como curiosidad os diré que bajo el mismo tenemos resoluciones como 1.600 x 900 píxeles, 1.920 x 1.440 píxeles y 2.048 x 1.536 píxeles.
Si tienes pensado jugar y quieres poder disfrutar sin problemas tanto de tus juegos antiguos como de los futuros lo más recomendable es que tu nuevo monitor sea panorámico, es decir, de 16:9.
Pasamos ahora al tipo de panel, también conocidos como pantallas de cristal líquido o LCDs. Actualmente los tres tipos más conocidos y extendidos son los siguientes; Twisted Neumatic o TN, Vertical Alignment o VA e In-plane switching o IPS.
A grandes rasgos estas son las ventajas y desventajas de cada uno:
- Paneles TN: tienen mejores tiempos de respuesta y son más económicos, pero presentan peor calidad de imagen y tienen ángulos de visión reducidos, debido a que presentan mayores fugas de luz.
- Paneles VA: mejoran considerablemente la calidad de imagen y ofrecen ángulos de visión de muy elevados (hasta 178 grados), pero son algo más caros y tienen peores tiempos de respuesta.
- Paneles IPS: ofrecen también una buena calidad de imagen, excelentes ángulos de visión y tienen un brillo muy alto, aunque su precio es el más alto de los tres.
Para un usuario normal que quiere un monitor sencillo y económico para trabajar, reproducir contenido multimedia o incluso jugar un monitor con panel TN es suficiente.
A nivel personal he utilizado los tres tipos y actualmente tengo uno con panel VA en mi equipo que utilizo para prácticamente todo, y francamente estoy encantado.
En cualquier caso la mejor experiencia posible la conseguiréis con un panel IPS, así que si el presupuesto os lo permite ese debería ser el panel de vuestro nuevo monitor.
Tasa de refresco, tiempo de respuesta, brillo y contraste
Pasamos a ver cuatro conceptos importantes que no todo el mundo termina de tener claros. La tasa de refresco es la velocidad a la que la pantalla actualiza la imagen de la misma, medida en ciclos por segundo.
Esto quiere decir que un monitor de 30 Hz actualizará la pantalla 30 veces en un segundo, que uno de 60 Hz hará lo propio 60 veces y uno de 120 Hz doblará la frecuencia de actualización del anterior.
Es muy importante y está íntimamente ligada con las medias de fotogramas por segundo en vídeo y juegos. Sin entrar en complicaciones innecesarias podemos poner un ejemplo para entenderlo todo de forma sencilla.
Si vemos un vídeo a 60 FPS no lo disfrutaremos adecuadamente en un monitor de 30 Hz pero sí en uno de 60 Hz, ya que esas sesenta imágenes por segundo no podrán ser representadas en un monitor que actualiza su imagen treinta veces por segundo.
En general para un usuario normal basta con que su nuevo monitor tenga una tasa de refresco de 60 Hz.
Pasamos al tiempo de respuesta. Se utiliza para medir el tiempo que pasa un píxel de cambiar de color blanco a negro y se expresa en milisegundos.
Son importantes porque si no se produce el cambio de color con bastante rapidez se pueden producir estelas y “sombras” en escenas dinámicas o con mucho movimiento, algo que está relacionado directamente con juegos y películas.
No es necesario que nuestro nuevo monitor venga con tiempos de respuesta de 1 ms o 2 ms, a partir de los 5 ms la experiencia es muy buena.
Por último toca hablar del contraste y del brillo. El contraste mide la diferencia de iluminación entre el píxel más iluminado y el más oscuro, aunque no hay un estándar fijo y ello complica las cosas cuando tenemos que hablar de este tema.
Depende del tipo de panel, pero para no enredarnos podemos fijar como regla general que lo más recomendable es buscar algo por encima de los 800:1, siempre hablando de contraste real y puro, nada de contrastes dinámicos ni similares.
El brillo determina la cantidad de luz que puede emitir un determinado monitor. Se expresa bajo una unidad conocida como candela y afectan sobre todo a la claridad con la que veremos la pantalla bajo una iluminación externa muy alta.
Esto significa que no es algo fundamental a la hora de elegir un monitor, ya que lo vamos a utilizar en interiores. Tened en cuenta no obstante que un brillo muy elevado puede acabar cansando la vista, sobre todo cuando utilizamos fondos blancos.
Otras cosas a tener en cuenta
En un plano secundario tenemos aspectos ya más sencillos a valorar antes de elegir un nuevo monitor, como el tema de las conexiones que vamos a necesitar, la presencia o no de altavoces integrados y la posibilidad de regular el monitor en altura e inclinación.
Esto no tiene mayor misterio, simplemente debéis pensar en lo que os va a hacer falta y aseguraros de que el monitor se ajuste a ello.
Con todo os recuerdo que el uso de altavoces integrados puede ser una buena forma de ahorrar espacio y dinero, sobre todo en oficinas y entornos profesionales, pero sed conscientes de las limitaciones reales que tienen, ya que su potencia y calidad suele ser bastante ajustada.
Por lo que respecta a conexiones intentad mirar siempre a medio plazo y no a corto plazo, sobre todo si vais a conectar más de un dispositivo al monitor.