
Siempre se nos ha mencionado que el color de la orina, el olor y las características de la misma tienen mucha importancia al momento de diagnosticar diversas enfermedades. Para los padres primerizos encontrar alguna anormalidad dentro de esto puede generar mucha alarma y temor.
Aunque los recién nacidos son humanos, su cuerpo aún transita en el cambio de la vida en el vientre materno a la vida fuera de el. Y uno de esos cambios que se presentan están en el inicio del funcionamiento de diversos organismos y sistemas como es el sistema renal.
Dentro de los primeros días de vida los padres se alarman de forma estridente al evidenciar diversas coloraciones anaranjadas en la orina del bebé, de forma desesperada buscan ayuda médica y explicación con respecto a este signo. Realmente no es nada por lo cual deban alarmarse; esto es debido a muchos de los diversos cambios que ocurren en el cuerpo de los pequeños en este proceso de transición.
En oportunidades los padres dicen que el color de la orina es rojo, lo cual lo relacionan directamente con sangre en la orina el cual si es algo mucho más delicado y de más cuidado. Pero el color anaranjado y rojizo no es más que el alto contenido de ácido úrico el cual es propio al momento de nacer y se mantiene de esta manera durante al menos las primeras dos semanas de vida.
Así mismo muchas de las inquietudes se basan en la cantidad que orina. Recordemos que el cuerpo de los recién nacidos es muy pequeño, y la cantidad de orina que se desecha es casi imperceptible, a menos que se lleve un examen minucioso del pañal para identificar si el pequeño ha orinado o no.
Dentro de los signos de alerta que puede presentar la orina de nuestro bebé encontramos los siguientes:
Reducción evidente de la cantidad de orina excretada por el bebé. Un recién nacido orina aproximadamente de seis a diez veces al día con un intervalo de dos a tres horas entre cada micción todo esto depende de igual forma de las condiciones climáticas en las que se encuentre. Si se está en un ambiente seco y caluroso esto puede disminuir y no significa que esté fuera de lo normal.
Orina con olor fuerte y desagradable. Para detectar que exista un problema con la orina del bebé es importante identificar si existen cambios en el olor de la orina del bebé. En un inicio no debiesen tener olores fuertes ni que generen repulsión, esto puede ser indicativo de infección urinaria.
Orina turbia.
Pujo constante. Es necesario identificar el origen del mismo lo cual puede representar una dificultad para el hábito miccional. Así mismo corroborar si el bebé realmente está orinando y alertar ante cambios de deshidratación en el bebé; como ausencia de lágrimas al llorar, ojos hundidos, fontanela deprimida, boca seca...
Reconocer alguna sintomatología que acompañe a los cambios propiamente dichos de la orina, como son fiebre, vómito, diarrea, irritabilidad abdominal.
Mancha de color rojo puro con apariencia a sangre en el pañal no es normal, de identificarlo acudir inmediatamente a un especialista.
Recuerden que cualquier duda es importante indagar con los expertos en la materia y con doctores de confianza, debido a que seguir consejos de los menos expertos pueden generar aún más problemas que soluciones.
Eduquemos a nuestros conocidos para que acudan a consultas periódicas y que de esta manera cuiden de su salud y la de los seres que aman. Los bebés no pueden hablar ni buscar ayuda por si mismos, como padres, abuelos, tíos, debemos velar por el bienestar y salud de los más indefensos.
¡La salud es un problema de todos!

Imágenes: Autoría propia, 2017
Cámara: Sony Xperia Z2, 20.7 megapíxeles.
Gif editado por autor, en programa Photoshop Cs5.