Ella
Ella con su mirada me da la orden, a través de la ventana me indica que vaya a la habitación y mate a mi esposo. Me asegura que es un infiel, que no merece vivir, que lo seguirá haciendo una y otra vez, que consumirá mi vida y mi juventud, me dice que todos son iguales y que a él ya se le acabó el tiempo, que debo eliminarlo ahora pues la traición se paga con sangre. Me convence de que merezco algo mejor, que soy hermosa y a su lado seré mucho más feliz. Como un zombi le obedezco sin titubeos.

Atravieso la casa, llego a la cocina y tomo un cuchillo grande. Él está de espaldas a mi, leyendo en el sofá. Me pide que lo disculpe por no acompañarme al médico hace dos días, pero que de igual manera está preocupado por no encontrar mis medicinas, lo dice de una manera casi noble pero no lo suficiente como para dedicar un segundo de su tiempo a mirarme.
Yo no le respondo nada, me acerco por detrás y solo paso el cuchillo por su garganta creyendo que sería difícil pero no, se desliza suavemente al cortar la piel, la sangre salta como si fuera una fuente por toda la sala.
Él se exalta, deja caer la revista y se lleva las manos a la garganta, intenta levantarse pero se marea y vuelve al sofá, en los pocos segundos que su corazón late no sé si le da tiempo para entender lo que le he hecho o el porqué, aunque de igual manera no me importa.
Su cuerpo se desvanece como si estuviese durmiendo. Sus ojos quedan abiertos y pareciera que una lágrima está a punto de brotar de su ojo derecho, es tan guapo incluso bañado en sangre, incluso sin una esperanza de vida.

Vuelvo al cuarto de baño, ella está allí esperándome a través de la ventana, está sonriendo la muy pérfida, aplaude mi gran hazaña y ríe a carcajadas, aplaude tan fuerte que me hace reaccionar.
―Él nunca me fue infiel, ahora lo entiendo, tú solo… tú has estado manipulándome todo este tiempo ¿Por qué, con que propósito me mentiste?― le pregunto.
Ella con serenidad me responde ―Él no te fue infiel a ti, me fue infiel a mí, contigo― y se desvanece.
―Maldita― grito con horror al partir el espejo en mi baño.

Quiero dar un especial agradecimiento a @trenz que gracias a su Concurso logró inspirarme a escribir varios microrelatos de Terror que iré compartiendo en futuros post.