La Mancha del Pozo
Parte II
Mi nombre es Kelly, y soy la última heredera de estas tierras, ya toda mi familia ha preferido mudarse a la ciudad y volverse parte de la sociedad, por lo menos eso me quisieron decir al momento en que agarraron sus maletas y las camionetas.
Hace 15 años pude ver por última vez a mi hermano, su cara de preocupación al enterarse de que la abuela se había perdido solo me dictaba que en su mente no estaba la idea de abandonarnos, así que solo ha quedado en mi mente ese pensamiento que se perdió junto a mi abuela o que alguien o algo lo mantiene secuestrado.
La familia Thompson me ofrecieron comprarme mis tierras para expandir su huerto, pero, no quiero, no pierdo la esperanza de que mi hermano vuelva. Es triste pensarlo, pero si llegara a volver, estaría solo, no quiero pensarlo más, pero por lo menos pude verla una última vez, aunque sea por un miserable momento, su último momento de lucidez. Los extraño tanto.
Sin quererlo, pero caminando pedida en mis pensamientos llegué al lago, ya no es un río, desde hace 10 años dejó de serlo, solo queda una forma ovoide con gran cantidad de agua. No puedo dejar ir todo esto, no puedo dejar mis tierras solo para olvidarlos, no puedo, simplemente no puedo.
Me quité las botas y me subí los ruedos del pantalón, caminé hasta que la orilla del lago empezaba a cubrir mis pies, solo me senté y pude ver como anochecía ante mis ojos, solo el sol podía decirme que era hora de regresar, mi tiempo era relativo, mi tiempo solo transcurría con mis pensamientos.
Mis actividades diarias las acababa en un par de horas, y el resto del día me la pasaba pensando y lamentando, que patético, se ha ido mi vida al demonio por mantenerme pensando en el pasado, quizás, y digo quizás, debería hacerle caso a mi familia y olvidar, mandarlo todo a donde deba mandarlo y seguir mi vida, quizás convertirme en alguien de la sociedad también.
Suspirar, JE, es todo lo que hacia mi hermano, se lo criticaba a diario ya que veía que no tomaba nada en serio y veía la vida de una forma tan aburrida, y ahora mírenme, pasando exactamente por donde él pisó, me veo al espejo y me veo como mi hermano, cada vez más, cada parte de mi cuerpo se he empezado a parecer a él.
Solo pasó un momento donde no tuve conciencia, pero literal, sin conciencia en absoluto, recuerdo que lo hice, recuerdo cada acción, pero no estaba consiente en lo más mínimo. Yo había cortado mi cabello, me había puesto su ropa, yo era él.
Somos gemelos de nacimiento, pero nunca pensé que me llegaría a parecer tanto. Era fácil distinguirnos, fue que un día ambos pudimos hacer el cambio de persona y engañar a todos, pero fue la única vez.
Nunca me creció el pecho, siempre fui muy masculina, pero nunca creí que podría ser él. Ahora lo veo claro, él quiere transmitir su espíritu a mí, él quiere vivir a través de mí.
Yo soy mucho más delgada que él, pero en lo que se trate de cara y comportamiento, somos uno. He notado que últimamente he aumentado un poco (no mucho) de peso.
Tocan a la puerta, es el Señor Thompson, o el muy asombrado Señor Thompson. Su expresión al verme, parecía que había palidecido, como si hubiera visto un fantasma, me pareció muy curioso, pero al invitarlo a pasar volvió a la normalidad, creo que mi voz le dio algo de calma y tranquilidad.
Le ofrecí café, pero parecía algo nervioso todavía, por lo que me pidió Té en su lugar. Se lo di al momento y esperé pacientemente a que él empezara a contarme el motivo de su visita. Dejó la taza sobre la mesa y comenzó a comentar que en mi propiedad hay cierto “pendiente que le pertenece a su familia” por lo que le gustaría hacer el negocio.
No.
¿NO?
No.
¿Porqué?
No me siento preparada para alejarme de mi hogar, no quiero hacerlo por esa simple razón, pero no se preocupe, si lo llego a considerar, será el primero en saberlo.
…
Ahora, si me disculpa, le pediré que se vaya.
Y simplemente se levantó y salió por la puerta.
“Eso, vete, maldito bastardo.”
- ¡¿QUIÉN DIJO ESO?! – Exclamé al oír esa voz tan cerca de mí.
“Tú lo sabes bien.”
- Cielos… - Esa voz era la de mi hermano, esa voz estaba ahí, pero él no.
“No te atrevas a venderle la propiedad.”
- Entonces… ¿Qué debo hacer? ¿Cuál es el motivo? ¿Hermano?
Y no lo pude escuchar más. Que lastima, tal vez me he esté volviendo loca.
Pasaron los días y no lo he vuelto a escuchar, estoy casi segura de que perdí la cordura por un momento, solo en ese momento.
Al verme en el espejo solo puedo verlo, pero sé que soy solo yo. Qué demonios me pasa, solo estoy a un pequeño hilo para perder todo lo que tengo, si mi cordura no está presente, yo… yo podría hacer una locura o alguna cosa que me perjudique.
El Señor Thompson ha venido un par de veces más, pero no sé qué haré, si me quedo puedo perder la cordura, si me voy estaré huyendo de mi pasado. Ahora se lo pregunto a un espejo…
“Mantente cuerda”
Eso sí lo vi, yo moví los labios al pronunciar eso, pero esa voz no es la mía. ¿Qué demonios está pasando ahora?…
“No estás loca, solo mantente firme y no vendas”.
Algo raro está pasando, algo endemoniadamente raro, y espero poder descubrirlo antes de perder el juicio por completo.
Historia Original: @MochiRG
Para mas: MochiRG
- Lamento la demora, ando sin Internet, espero ponerme en marcha de nuevo dentro de poco, nos vemos cuando tenga la oportunidad ;) MochiFuera ;)