A continuación dejo un escrito personal que había elaborado hace un tiempo, pensando en el tiempo que habría de dedicar en mi tiempo con Dios y la forma en que deseo compartir estas vivencias:
Desde el día de hoy he dispuesto mi corazón a llevar una disciplina de establecer mi rutina diaria de un tiempo devocional.
¿Y qué es un tiempo devocional? Es un tiempo dedicado para estar a solas leyendo la biblia, meditando y hablando con Dios al respecto; Es un tiempo de comunión personal con Dios, es la gasolina diaria de todo verdadero cristiano; Es el comienzo de emprender a conocer a Dios verdaderamente y comprender los propósitos de Él para tu vida.
Ya anteriormente en mi vida había establecido este vital hábito, pero por descuido y por enfocarse en otros aspectos de la vida y por afán, puede llegar a perderse; lo cual desembocará en un inevitable estancamiento espiritual. Pero siempre hay una segunda oportunidad de Dios mientras se diga “HOY”.
Por esto, dando gracias a Dios me propongo traer a diario esa palabra fresca y sencilla de Dios hablada a mi vida, pero que también podría ser para ti.
En realidad toda palabra de Dios es útil para enseñar, para redargüir (mostrar que se está en mal camino), corregir, e instruir en justicia.
Por lo tanto sé que cualquiera que pase por aquí buscando o necesitando sin saber una palabra de Dios, podrá beneficiarse de este tiempo especial que yo he vivido y de lo cual habré plasmado parte de la vivencia; pero lo principal es que sirva de motivación para que tú también puedas disponerte a apartar un tiempo que sea de encuentro con Dios y su palabra, que seguro cambiará tu vida.