Hoy vengo a hablaros de algo que me ronda la cabeza desde hace tiempo, en muchas ocasiones tengo la sensación de que las cosas pasan porque yo y solo yo las deseo.

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Recuerdo que cuando era niño y jugaba al Mario Bros, a medida que me acercaba al jefe final miraba el reloj nervioso porque en breve mi madre entraría para mandarme a la cama y apagar la Nintendo de 8 bits, con la correspondiente pérdida de datos que eso suponía.
Si compañeros jugadores, los que sois más jóvenes y nacisteis con la PlayStation, ya tenías tarjetas de memoria e incluso en algunos juegos de la SuperNintendo 16bits también podías guardar tu partida. Pero en las primeras consolas si las desconectabas de la corriente PUFFF! lo perdías todo y volvías a empezar.

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También me pasaba que muchas veces tenía un juego y quería llevar a mi personaje por un camino o cambiar el orden de las misiones a mi gusto pero una vez más aquellos juegos no te dejaban elegir.
Un día ya de adulto vi un anuncio en la TV (si por aquel entonces, todavía estaba de moda), era la flamante salida al mercado de la Ps3, la consola más increible fabricada hasta la fecha y con ella llegó a mis manos un juego que lo cambió todo The elder scrolls IV oblivion.

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Este juego antecesor de Skyrim fue para mi un deseo hecho realidad y en muchas ocasiones me daba cosas que yo aún no sabía que quería de un juego, recuerdo aquella experiencia y no puedo evitar sonreír como un bobo.
Poder elegir que los personajes te digan cosas distintas según lo que les preguntes, poder hablar o no con algún personaje sin que eso varíe nada o lo cambie todo, eso para mi fue el mayor invento hasta la fecha. En esa época fue cuando me di cuenta de que este era mi mundo (el de los videojuegos) y de que pasaría mucho tiempo en el.

Soy un afortunado pues he nacido en una época de cambios e inventos increíbles y se que a lo largo de mi vida veré anunciar (ahora ya no por TV) aparatos y tecnologías con las que los niños de hoy sueñan.
Un saludo amig@s.
