Está enamorada.
A sus casi 30 años, Cupido la ha alcanzado con sus flechas envenenadas y locas, sobre todo lo último, porque la separa de su amor un océano.
Todo comenzó como una broma de Annie, su amiga desde la infancia, quien colocó en Facebook una imagen con su foto, esta tenía al pie de la misma “Busca novio, contáctela al wasap” y colocó el número de teléfono celular suyo.
Fueron cientos los que creyendo que era cierto tuvieron una semana acosándola por mensajes y hasta pensó cambiar de número, pero su amiga riéndose le dijo:
-Ellos se cansarán o cambia tu foto de perfil y respóndeles que eres un hombre.
Al final no lo hizo y el destino como vengándose por eso, dos meses después, le trajo a Miguel.
Era medianoche y estaba viendo una película de terror, por lo que supuso estaba vulnerable, el simplemente la saludó con un:
-¡Hola!
Ella respondió y en pocos minutos estaban escribiéndose sobre la película, la cual este dijo haberla visto hacía algunos años.
Pasado el miedo apagó el televisor y pasaron a las preguntas personales.
Él le dijo que era arquitecto y vivía en Madrid, luego de forma galante se disculpó por la hora.
Le dio su cuenta de Facebook y allí pudo comprobar todo lo que le había dicho, algo que la impactó fue el hecho que revisando sus fotos había una de la casa donde vivía, diseñada por él mismo y ubicada en un bosque cuyos paisajes eran impresionantes.
Por tres meses fueron conociéndose, tenían gustos similares y como ella también era arquitecta, pero sin mucha experiencia, le fue dando ideas maravillosas.
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Tenía 38 años pero aparentaba como 30 y dada su actividad en la red, disponía de mucho tiempo libre.
De manera que las noches se transformaron en cómplices de muchas locuras, sobre todo por wasap, ya que la computadora les limitaba el poder hacer cosas innombrables.
Mantuvo en secreto el romance, incluso de su amiga, y como prófugos modernos, mantuvieron un amor secreto por más de seis meses, cuando estaba cerca de llegar la navidad.
Un día él le propuso.
-Te daré de regalo el pasaje para que me visites, porque yo no puedo hacerlo por asuntos de trabajo, tú sabes que acá en Europa no hay tantos días libres como allá.
Se negó por una semana hasta que llegó a un acuerdo.
Él le daría el de ida y ella compraría el de regreso.
-Pero no lo compres todavía, cómpralo acá, porque de repente te provoca no volver más, jajajaaa.
Ese fue el momento en que todos los supieron, algunos fueron escépticos pero ella era una persona muy madura y lo respetaron.
Llegó al aeropuerto de Barajas y tal como lo prometió él, un señor de nombre Juan, estaba esperándola en una limusina.
Por su parquedad en el hablar supuso que era su chofer.
Por casi una hora estuvieron rodando, podía ver poco ya que los vidrios negros se lo impedían, solo los destellos de luces que llegaban y pasaban era perceptible.
Tomó un vaso de champaña que a través de un altavoz le ofreció el conductor.
Su corazón estaba a punto de explotar por la emoción.
Al fin podría abrazar a Miguel y hacer personalmente tantas locuras que por teléfono celular habían hecho.
Sin embargo la champaña le dio sueño y cuando despertó se encontró en un cuarto con otras mujeres, que por sus diversos acentos también eran extranjeras.
Una que hablaba español le dijo.
-Has caído en una trampa, hemos sido atrapadas por una banda internacional de tratas de mujeres.
Se desmayó
Su amor moderno y loco ahora era una pesadilla.
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