Desde hace varios años es conocido el caso de la tala indiscriminada (legal o ilegal) de inmensas hectáreas de bosques en diversos países del planeta. Incluso, se podría decir que cada continente posee este problema medio ambiental, con el cual se está destruyendo uno de los principales recursos que absorbe contaminantes como el dióxido de carbono y el gas metano, además de proporcionarnos el oxígeno, vital para nuestra existencia.
Este problema se profundiza cuando los bosques son quemados por diversas razones, ya que liberan a la atmósfera el gas metano que estos han absorbido, se acaba con especies animales y vegetales, sin contar los desplazamientos de diversas comunidades humanas.
Pero este asunto tan sensible no se acaba con lo mencionado, sino que muchas empresas o grupos humanos que talan árboles con o sin permiso de los gobiernos, no vuelven a sembrar los árboles talados en los bosques (reforestar). Esto empieza a dejar al planeta sin pulmones como los del Amazonas, es decir, menos oxígeno y aire limpio que respirar, lo que agrava más aún la situación si recordamos el efecto invernadero, aquel que está originando el llamado cambio climático.
La situación es compleja y preocupante cuando se conocen los resultados de las investigaciones realizadas por organizaciones como la ONU y las ONG ambientales.
Sin embargo, existen personas quienes preocupadas por esta situación han decidido tomar la iniciativa a través de proyectos que aprovechan las más recientes tecnologías que pueden ayudar a ofrecer soluciones ante esta problemática. Tal es el caso de Nelson Cabrera.
Un proyecto blockchain preocupado por el medio ambiente
Nelson Cabrera es miembro consultor del Observatorio Blockchain de la Sociedad Nacional de Industrias del Perú, miembro del Comité Blockchain del Ejército del Perú y director de BLS Academy. Él ha decido crear un proyecto llamada SachaChain para abordar la problemática local de la reforestación en Perú, sabiendo que esta situación se puede replicar en otras partes del mundo.
En Perú hay personas que talan árboles en grandes hectáreas de la selva (150.000 por año según la FAO) con permiso del gobierno, pero no siembran de nuevo los árboles talados. El estado peruano tiene un proyecto de reforestación, pero no un registro (trazabilidad) de cómo se está llevando a cabo la misma. Es decir, el ciudadano no tiene acceso a información sobre cuántos árboles se siembran por año, cuántas hectáreas se recuperan con la reforestación por año, dónde están y si realmente se está llevando a cabo esta siembra. Sin embargo, y de forma curiosa, sí hay información sobre cuánto se tala. En otras palabras, se sabe lo que se destruye, pero no lo que se recupera y si esto ocurre.
La intención de SachaChain es unir al gobierno, a las instituciones privadas y los ciudadanos a nivel local y global para ser conscientes de esta realidad y participar en el registro y auditoría de la reforestación en principio en Perú y después donde se decida replicar el proyecto. Todos deberían de participar, porque el daño es para toda la humanidad.
Esto se hará utilizando la tecnología blockchain o cadena de bloques con la que se puede llevar a cabo algo que siempre ha existido en la humanidad que es el registro de nuestras acciones, pero en este caso será una trazabilidad digital inmutable. Ello implica que la información registrada no podrá ser manipulada por otros, generando transparencia y confianza entre los seres humanos, sobre todo cuando cualquiera podrá tener acceso a esta información para vigilar que se estén llevando a cabo los compromisos asumidos de reforestación.
Por lo tanto, SachaChain nace como un proyecto de personas que están vinculadas con la tecnología blockchain, pero preocupadas por temas ambientales, con la idea de agregar valor: brindar acceso en tiempo real a todo el proceso, como son las fases de siembra, producción y mantenimiento de un árbol.
En fin de cuentas, la intención es generar consciencia y sensibilizar a todos los ciudadanos.
Esto es importante tomando en cuenta lo antes mencionado y que cada persona en el planeta genera una huella de carbono al respirar, desplazarse en vehículos que usan combustibles, entre otros factores. Esto implica que por cada ser humano se deben sembrar dos árboles por año. Y si el promedio de vida es de 75 a 80 años el número aumenta. Incluso, se debería sembrar un árbol al año por cada vehículo que está en circulación.
En promedio, un ser humano, por su ciclo de vida y todo lo que produce y consume en el mismo, debería sembrar un promedio de 250 a 400 árboles. Esto sin contar todo aquello que contamina.
Según algunos estudios estamos cerca de la catástrofe para el año 2030 sino se hace algo al respecto. Por ello se debe reducir la huella de carbono.
Es por esta razón que el proyecto se puede replicar en cualquier parte del mundo en donde se presente el mismo problema que en Perú, haciendo que su impacto no sea solo local, sino mundial.
SachaChain propone registrar una especie de árbol en específico llamada paulonia, ya que absorbe más CO2 (dióxido de carbono) y produce más oxígeno que otros árboles de la tierra. A estos beneficios se pueden sumar que en el primer año la paulonia puede alcanzar unos 5 metros de altura, sembrarse hasta 2.800 metros sobre el nivel del mar y soportar temperaturas desde -17 grados centígrados hasta 45 grados centígrados. A su vez, las hojas pueden ser consumidas por el ganado. Es de raíz profunda, por lo que no afecta los suelos y atrae la humedad.
SachaChain también ofrece dos maneras de monetizar. La primera es con la siembra por medio de la reforestación para vender bonos de CO2. Mientras que la segunda es vender madera. Por supuesto, ellos abogan por la primera opción, la cual consideran es la mejor. Sin embargo, si alguien se decide por la segunda, plantean que en promedio las personas que inviertan en el proyecto pueden optar a cinco talas de bosque en un promedio de 40 años, dejando la última de las talas como bosque perpetuo. Esto se puede hacer sin afectar al medio ambiente, porque después de la tala de la especie paulonia, y con el apropiado seguimiento de especialistas, puede germinar un nuevo árbol.
La madera de la paulonia se puede comercializar a $3 e incluso puede llegar hasta los $14 en el mercado internacional, por lo que hay una rentabilidad del 1.200% entre costo de siembra, mantenimiento y venta de la madera.
Para los más conocedores sobre las opciones económicas que ofrece la blockchain, Nelson Cabrera comenta que la madera se puede tokenizar si se va a comercializar a través del token (activo digital) de SachaChain, el cual se llama GAB (Green Assets Back), siendo este un activo respaldado en madera.
En este caso los tokens se pueden vender en una ITO (Initial Token Offering), lo que permite la participación de pequeños inversionistas, quienes podrán estar seguros que no tendrán pérdidas tomando en cuenta que la madera no se devalúa, sino que siempre sube de valor por las necesidades que el mercado tiene de ella. El token se puede vender a un precio menor (ejemplo $1 o menos) y para el tiempo de la cosecha a $3 (precio base) en el mercado local y más en el mercado internacional, tal y como antes se mencionó. Un pie tablar sería igual a 1 token.
Por ahora, el proyecto está en etapa de formulación y el objetivo es sembrar más de un millón de árboles. Pero si se talan más, se deben sembrar más árboles.
La intención final es que el inversionista no solo pueda ganar, sino que también ayude a sembrar y así contribuir con el medio ambiente.
Si estás interesado en este proyecto puedes contactar a Nelson Cabrera a través de Business Solutions & Global Services y vía WhatsApp: +51 970 336 338 / +51 935 677 637.
Más información sobre el presente proyecto en la entrevista en español que Nelson Cabrera concedió a Academia Blockchain.
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