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Si hay una comida que me transporta a mi infancia y me trae maravillosos recuerdos es este plato que preparaba con frecuencia mi papá.
En mi casa, por ser mitad llaneros y mitad caraqueños, se comía mucha variedad de platos de la gastronomía nacional y muchos de ellos los preparaba mi padre que era un gran cocinero.
Recuerdo perfectamente el ritual de preparación. Había que ir a elegir el cazón y dependiendo de dónde estuviéramos, era en las pescaderías de La Candelaria - Caracas o el la Cooperativa de Pescadores a la orilla de la Laguna de Pto. Píritu, Estado Anzoátegui, donde pasábamos el 90% de nuestras vacaciones.
Una vez escogido el cazón, papá lo limpiaba y lavaba bien y lo ponía a sancochar. Mientras el pescado se cocinaba, picaba todos los aliños que le iba a poner: cebolla, ajo, ají dulce (ingrediente fundamental), pimentón, cilantro y plátano maduro, que era el toque mágico del pisillo de mi casa. Freía primero el plátano en cuadritos, despues hacía un sofrito criollo con el resto de los ingredientes y cuando el pescado esta bien cocido, entonces lo desmenuzaba muy pequeño y se lo agregaba al sofrito. Comenzaba entonces el proceso de secado del pisillo en el gran caldero curado de toda la vida. Papá decía que ese proceso era de mucho cuidado, había que estar moviendo constantemente la receta con paleta de madera, hasta que se secara pero sin quemarse. Tomaba un buen rato y mucha paciencia.
Cuando estaba listo, si era para una comida principal, se servía con arroz blanco y algún otro acompañante, era una perfecta combinación y una explosión de sabores: el pescado fresco, los aliños, el sabor inconfundible del ají dulce criollo y el dulce del plátano maduro. Era perfecto. Sigue siéndolo, ahora lo preparamos sus hijos.
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Por lo general quedaba pisillo para el día siguiente, cuando era seguro que estaba más sabroso que el día anterior. Entonces desayuno con empanadas de pisillo de cazón. Maravillosas.
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O arepas delgaditas rellenas de ese manjar.
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Que más puedo decir? Es un sabor que evoca mi memoria con alegría, amor familiar y país.
Así es nuestra gastronomía, llena de sabores, mezclas de ingredientes y culturas.
Espero que disfruten de este post que es mi participación en este concurso:
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