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Da Vinci es el robot que conforma el sistema quirúrgico más sofisticado del mundo, pues este ofrece una gran precisión al cirujano y una máxima seguridad al paciente. Este gran robot fue diseñado por la empresa estadounidense Intuitive Surgical y fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos en el año 2000.
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El diseño de Da Vinci consta de una consola de diseño ergonómico desde la cual el cirujano controla todo el robot en una posición cómoda que evita la fatiga de largas operaciones que se realizan de pie; un carro quirúrgico que contiene cuatro brazos robóticos, controlados desde la consola, y a los cuales en sus extremos se encuentran acoplados las distintas herramientas propias de una cirugía e ideados para permitir al cirujano conservar su destreza natural, tales como bisturís, tijeras, etc. Y una torre de visión, conformada por un sistema de visualización de alta calidad.
Durante la operación, el cirujano no tiene un contacto directo con el paciente pues todo el proceso se realiza desde la consola de mando donde el cirujano se sienta frente a esta y tiene una vista tridimensional y ampliada del interior del paciente, además de brindar una vista única donde permite observar la zona entre el área afectada y el instrumento de operación que esta siendo utilizado. Otras ventajas únicas que brinda el robot es la utilización de un sistema de fluorescencia que ayuda al médico a localizar los vasos sanguíneos, y logrando así reducir el sangrado durante la operación, así como la facilidad de visualizar simultáneamente en la consola las pruebas realizadas previamente a la cirugía y poder así observar los exámenes de la zona a intervenir.
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Aunque se puede pensar que el cirujano se encuentra un poco aislado y distante del resto de personas durante la operación, el sistema también permite una interacción con el resto del equipo que interviene en la cirugía, pues la consola proyecta en una pantalla lo que el cirujano ve y hace en tiempo real, permitiendo así que los ayudantes puedan comunicarse con el cirujano dibujando o señalando sobre la pantalla, y así transmitir sus impresiones.
Aunque todas estas ventajas convierten al sistema Da Vinci en uno de los más sofisticados en esta área, pues potencia las capacidades y habilidades del cirujano y lo convierte en una opción mínimamente invasiva, este no funciona autónomamente, y en todo momento necesita recibir órdenes del cirujano para realizar alguna acción. El sistema recibe las ordenes en tiempo real, y es capaz de reproducir todos los movimientos de la mano, muñeca y dedos del cirujano, permitiendo movimientos muy precisos en espacios muy reducidos.
Da Vinci es famoso en la utilización para cirugías de cáncer de próstata y afecciones urológicas, ya que gracias a sus métodos mínimamente invasivos permite una recuperación más rápida de la continencia urinaria y demás funciones, además de disminuir el dolor y dejar menos cicatrices. Sin embargo, el robot puede ser usado en la intervención de diversas patologías de diversas áreas como ginecología, cirugía general, cirugía oral y maxilofacial, cirugía torácica, cardiaca e incluso en cirugía pediátrica.
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En la actualidad, el sistema Da Vinci se encuentra en al menos 24 centros de salud a nivel mundial, y se ha realizado con él mas de 3 millones de cirugías. En el futuro se espera que se incremente la cantidad de equipos, y aunque su elevado precio puede ser un limitante, las ventajas que este brinda son bastantes altos, y sin duda vale la pena la inversión en uno de estos avanzados sistemas, que pueden representar un gran beneficio para los pacientes.
Los avanzados sistemas utilizados como el Da Vinci son ya una realidad en la medicina, lo que nos hace creer que el futuro promete mucho, un avance en el que cada día significa más eficiencia para el médico y menos riesgo para el paciente.
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