Hola queridos lectores, siempre me ha llamado mucho la atención saber cómo aprendemos y cómo recordamos, disfruto mucho leyendo sobre la memoria y como mejorarla. Hace pocos días decidí profundizar más y entender mejor esta función cognitiva. Pero al no ser estudiante de medicina, biología o un área similar, me encontré con algunas barreras semánticas:
• Términos que jamás había escuchado o leído.
• Términos que había escuchado antes pero pensaba que significaban otra cosa.
• Términos que había escuchado antes pero solo tenía una noción de ellos.
De todos los textos sobre el aprendizaje que he leído, puedo afirmar que aprender algo nuevo es como armar un rompecabezas, al principio solo tenemos piezas desordenadas y sin sentido, pero poco a poco vamos a ir encontrando la forma de ir encajando cada pieza hasta que podamos obtener una imagen clara y definida. En este caso, las piezas que me permitirían entender cómo funciona la memoria, estaban en el cerebro, debía estudiar primero la anatomía del mismo para adquirir el vocabulario necesario que me permitiría comprender los textos encontrados sobre la memoria.
Sin embargo, los textos que encontré sobre el cerebro hacían referencia a otros órganos, no podía estudiar el cerebro como un órgano independiente y separado, el cuerpo es un sistema, es decir, todos sus órganos están relacionados entre sí, dependen unos de otros y trabajan de forma coordinada, especialmente con el cerebro. Por lo que sin darme cuenta fui alejándome un poco de mi tema principal (la memoria) y fue así cómo terminé estudiando el sistema nervioso en general. Sin más preámbulos, les dejo aquí los resultados de mi investigación sobre el sistema nervioso:
SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso es como una especie de computadora que controla nuestro cuerpo permanentemente incluso cuando dormimos, actuando como un sistema de comunicaciones que controla, mide y conduce las funciones de cada órgano del cuerpo.
Recibe información de lo que está ocurriendo al nuestro alrededor y produce una respuesta específica de acuerdo a la información recogida. El sistema nervioso controla directamente algunas funciones por medio de señales eléctricas, otras de forma indirecta con la ayuda del sistema endocrino.
El sistema nervioso consta de un centro principal de control, llamado “Sistema Nervioso Central” el cual está compuesto del cerebro y la médula espinal, de aquí se desprende una serie de ramificaciones, una red de nervios llamada “Sistema Nervioso Periférico”.
El Cerebro es el elemento de mayor volumen en el encéfalo, formado por una masa de tejido nervioso y reguardado por el cráneo. La conciencia y todas las funciones cognitivas dependen enteramente del cerebro además del control de funciones vitales indispensables para la sobrevivencia del ser humano. El cerebro está formado por millones de neuronas las cuales por medio de impulsos nerviosos (electroquímicos) reciben, procesan y transmiten información.
La Médula espinal es un cordón nervioso protegido por la columna vertebral, comunica al encéfalo con el resto del cuerpo. Llevando información hacia el encéfalo e información desde el encéfalo al resto del cuerpo. Tiene una parte cervical, toráxica, lumbar y otra sacra.
El sistema nervioso periférico está constituido por doce pares de nervios craneales, que salen, de dos en dos del tronco cerebral y van a inervar las diversas partes de la cara y de los órganos de los sentidos (ojos, oídos, nariz y lengua) y por 31 pares de nervios espinales (también conocidos como nervios raquídeos). Cada uno de estos se origina con dos raíces: una sensitiva y otra motriz.
Receptores sensoriales
Como se expuso anteriormente, el sistema nervioso produce respuestas específicas de acuerdo a la información que percibe de lo que ocurre a nuestro alrededor, para que pueda descubrir que sucede se apoya de receptores, que son los que van a recoger un estimulo exterior y producir un impulso nervioso. Estas terminaciones nerviosas estás ubicadas en los órganos sensoriales.
Por ejemplo, en la retina del ojo, existen células receptoras llamadas conos y bastones, cuando la luz cae sobre estas células, se producen señales eléctricas que pasan al cerebro a través del nervio óptico. Desde el ojo estas señales son clasificadas y relacionadas con la corteza visual para crear una imagen mental. Las células cónicas son sensibles al color pero únicamente funcionan bajo luz fuerte y los bastones son mucho más sensibles a la luz pero no distinguen colores (Nos dan una visión en blanco y negro). Entonces bajo condiciones de luz muy débil no somos capaces de distinguir colores, ya que solo los bastones pueden funcionar porque los conos solo se activan en presencia de cierta cantidad de luz. Otro ejemplo sería, los receptores en la lengua, que se encuentran en las papilas gustativas, los cuales permiten detectar los diferentes sabores salado, amargo, dulce y ácido.
El oído es otro órgano sensorial, el cual es muy interesante, ya que no solo es el responsable de captar sonidos, sino que además está estrechamente relacionado con el equilibrio. Oímos por medio del tímpano, el cual vibra cada vez que recibe un sonido, estas vibraciones son amplificadas por el sistema de tres pequeños huesos que funcionan como palancas y llevan las vibraciones hacia el caracol, donde se encuentra el órgano de Corti, aquí las vibraciones son transformadas en impulsos nerviosos, que finalmente serán llevados hasta la corteza cerebral.
El impulso nervioso
El impulso nervioso se transmite por medio de un fenómeno eléctrico: la excitación nerviosa, que se ha formado en una zona del cerebro, es transmitida al órgano destinario como un impulso eléctrico, mediante un circuito constituidos por las neuronas y fibras nerviosas.
Las neuronas
Son células de conducción eléctricas que componen el sistema nervioso, ellas forman y transmiten el impulso nervioso, fuera del cerebro las neuronas se agrupan en haces conductores que transmiten mensajes al cerebro desde los órganos de los sentidos y llevan instrucciones del cerebro a las áreas motoras.
Cada neurona se compone de un cuerpo celular: núcleo, nucléolo y el citoplasma, con prolongaciones del citoplasma llamadas dendritas, éstas llevan el impulso hacia el cuerpo celular. Las señales recogidas en las dendritas pueden ser excitatorias, esto quiere decir que puede incitar que la neurona genere un impulso eléctrico, o las señales pueden ser inhibitorias, es decir que pueden evitar que la neurona dispare un impulso. Las neuronas también tienen un filamento largo llamado axón, y el axón lleva el impulso desde el cuerpo celular hasta la periferia y suelen estar envueltos de mielina, una sustancia que promueve una circulación más rápida del impulso nervioso.
Los mensajes que intercambian las neuronas son biomoléculas contenidas hasta que una señal eléctrica las libera, estas moléculas químicas que se mudan de una neurona a otra por medio de la sinapsis que las separa, son llamadas neurotransmisores.
Las neuronas se pueden clasificar de acuerdo a su función: Las sensoriales que son aquellas que reciben información de los órganos de los sentidos y las lleva al sistema nervioso central, en otras palabras llevan la información desde el sistema nervioso periférico al central. Las neuronas motoras que son aquellas que envían información desde el sistema nervioso central al periférico, para emitir una respuesta motora también están las interneuronas que se ubican dentro del sistema nervioso central y se encargan de procesar información que les llevan otras neuronas y llevar esta información a otras áreas del cerebro.
Células gliales
El sistema nervioso tiene unas células llamadas gliales, las cuales cumplen diferentes funciones que ayudan o favorecen el trabajo de las neuronas. Algunas de estas células son:
• Los oligodendrocitos: que se encargan en hacer la mielina (una lipoproteína que mejora la comunicación neuronal) que recubre el axón de la neurona. Según la ubicación en el sistema nervioso central, se pueden clasificar en perineuronales (ubicados en la sustancia gris y no producen mielina) e interfasciculares (ubicados en la sustancia blanca se encuentran a lo largo de los axones)
• Los astrocitos: localizados en el sistema nervioso central, son similares a la forma de una estrella. Existen los astrocitos fibrosos en la sustancia blanca y en la sustancia gris se pueden encontrar astrocitos protoplasmáticos.
Los astrocitos cumplen diferentes funciones, una de ellas es que forman una barrera hematoencefálica que evita que sustancias extrañas ingresen al cerebro. También sirven de soporte físico manteniendo las neuronas fijas. Además ellos contribuyen a que se den correctamente los puntos de unión entre neuronas, evitan que los neurotransmisores que libera la neurona se dispersen hacia otros lados, es decir los astrocitos mediantes aislamiento de la sinapsis ayudan a que esta se quede donde tiene que estar, evitando que la actividad de una neurona afecte a las que no debería.
Otra característica interesante de los astrocitos es que fagocitan, absorben restos de neuronas. Cuando ocurre una lesión en el sistema nervioso central, se reproducen y rellenan el espacio vacío dejado por la lesión.
• Las microglia: son células exageradamente diminutas del sistema nervioso central que normalmente se encuentran en pequeñas cantidades, excepto cuando ocurre una lesión en el tejido nervioso, en este caso se incrementan rápidamente y migran hacia el área afectada para fagocitar los restos celulares. Estás células brindan protección contra microorganismos.
• Células de Schawnn: Se ubican en el sistema nervioso periférico, lo interesante de estas células es que cumplen funciones dentro del sistema nervioso periférico similares a las que otras células cumplen el en sistema nervioso central. Ellas también fagocitan en el caso de lesión y también se encargan de formar la mielina para apoyar el proceso de la conducción nerviosa.
Actividad automática
Es necesario que todas las actividades esenciales del cuerpo para conservar la vida estén controladas de forma constante para asegurar que funcionen en la forma correcta. El sistema nervioso autónomo es quien cumple dicha función sin que sepamos o pensemos en ellos. Se encarga de controlar automáticamente el funcionamiento de la mayoría de los órganos y de las glándulas endocrinas que a su vez, controlan otros órganos.
El sistema nervioso autónomo está conformado de partes opuestas: el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático.
El simpático posee sus centros nerviosos en la región torácico-lumbar de la médula espinal, y los ganglios (conjuntos de células nerviosas que están intercaladas a lo largo del recorrido de los nervios) a ambos lados de la columna vertebral. Los ganglios cervicales controlan más que todo, la inervación del corazón, la faringe, porción inicial del esófago, la arteria carótida, entre otras. Los ganglios torácicos inervan el esófago y los bronquios, de estos salen los nervios esplácnicos torácicos. Los ganglios lumbares originan nervios que con los nervios esplácnicos forman el plexo celiaco (también llamado plexo solar), que inerva el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso, los riñones, el hígado, y las gónadas. Los ganglios sacro-coxígeos, originan ramas que inervan la vejiga, el recto y los órganos genitales. El sistema parasimpático tiene su origen en las fibras pregangliares, en el tronco del encéfalo y en la porción sacra de la médula, sus ganglios se encuentran dispuestos en la cercanía de los órganos inervados.
El sistema nervioso simpático junto a la acción de las hormonas, es el responsable de las reacciones de “pelea” o “huida” que tienen las personas cuando se enfadan o sienten temor, preparando al cuerpo para la acción instantánea. El sistema simpático promueve la actividad en otros órganos gracias a la ayuda del sistema endocrino y es el responsable de empezar el proceso de digestión, aumentar la velocidad del pulso y la fuerza de latir del corazón en momentos de tensión, patrones de sudoración, entre otros.
La acción del sistema simpático es equilibrada por el sistema parasimpático que tiene generalmente el efecto contrario, frenando el funcionamiento de muchas partes del cuerpo. Disminuye la tensión arterial y la fuerza de los latidos del corazón cuando el cuerpo está en estado de reposo, se encarga ademas de funciones semiautomáticas del cuerpo, como evacuar, orinar o incluso la erección del pene aun cuando este órgano está bajo control del sistema simpático.
El reflejo
El sistema nervioso también controla el reflejo, un movimiento involuntario que se realiza para proteger el organismo cuando este se encuentra en peligro o para garantizar el buen funcionamiento de un órgano. Generalmente las personas no se dan cuenta de ellos, son involuntarios e inconscientes.
El movimiento de la comida en el intestino, la tos, los estornudos, los parpadeos, la variación en la respiración, la dilatación de los capilares, son todos reflejos. Los más evidentes podrían ser: el estornudo, parpadeos cuando alguien siente que se acerca algo a su ojo o los movimientos rápidos y violentos que hace una persona para evitar una caída.
Gran parte de estos reflejos ocurren sin la intervención directa del cerebro. La información necesaria es procesada en la misma médula espinal. Cuando alguien toca algo caliente con sus dedos, una acción refleja aleja rápidamente el brazo antes de que se haya dado cuenta de lo ocurrido. Los receptores de dolor de los nervios sensoriales en los dedos pasan una rápida señal a lo largo del brazo hasta la médula espinal a través de un ganglio, en el interior de la materia gris de la médula, donde se ubican todos los cuerpos celulares de las neuronas, se hace sinapsis, la señal que producen causa la inmediata contracción del musculo, retirando así el brazo de forma inmediata.
Fuentes electrónicas y bibliográficas
