Aquí estamos en otro capítulo de esta serie de fantasía creada por mi, en este capítulo Abby conoce a una chica muy extraña, la cual parece que entre las dos hay mucho en común. Disfruten del capitulo~!
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Miro hacia atrás, y me encuentro con una chica de estatura similar a la mía. Pensé que podría ser algún tipo de trampa, así que saque mi espada y la apunte hacia su cuello. La chica se asusta y levanta brazos.
Abby: ¿Estás siguiéndome?
Estiro mi vista encima se su hombro para ver si alguien estaba a su alrededor.
???: L-lo siento por molestarte, pero, no estoy siguiéndote… Vine por esa misma razón, y se lo que piensas, son demasiadas Oscuridades andantes para combatir. Podemos formar una alianza—
Abby: Yo no necesito tu ayuda. Eres muy débil, morirás en el intento.
Acercó la punta de mi espada cada vez más en su cuello. Pero la chica me suelta una sonrisa burlona.
???: ¿Aún no tienes idea de quién soy, cierto?
Ciertamente, no sé quién sea la chica. Intento buscar entre mis recuerdos, y recordé que, una vez la vi en televisión mientras iba pasando en algún sitio. Era Alex, criminal conocida por hacer lo que se le dé la gana, se le ha visto robando bancos, matando personas y provocando escenarios caóticos. Retiro lentamente la espada.
Alex: ¿Entonces, ya lo recordaste no es así?, tú también eres tan famosa como yo. Sabes, a veces te consideraba como mi musa, cuando era pequeña…
Alex empezó una conversación sin ningún motivo que iba hacia ninguna parte, esta chica es irritante.
Abby: Oye tú, Alex. No estoy aquí para firmar autógrafos. Estoy aquí para entrar detrás de esas rejas para hablar con la tal diosa esa. No puedo perder el tiempo contigo. Y si quieres, quédate aquí a ver como tú ''Musa'' hace el trabajo, de todas formas no necesito tu ayuda.
Me volteo en dirección de las rejas. Y antes de que diera un paso, Alex me punta con un bate llevo de clavos que hizo aparecer místicamente en la palma de su mano.
Alex: ¡Alto! ¡Yo también quiero ayudar!.
Alex con un tono inmaduro, sacude su bate de arriba y abajo, repitiendo la frase: ¡Yo quiero!.
Levanto mi cabeza y suelto un suspiro largo. Supongo que si no la dejo ir, seguirá fastidiando.
Abby: Ok, ok. Me vas a acompañar.
Alex: ¡Sí!, ¡Eres la mejor!.
Abby: Solo vamos.
Alex entusiasmada, envuelve sus brazos alrededor de mí. Con mi codo, logró darle un golpe en el estómago para desenvolverla de mi
Alex: Uff... ¡Oye que te pasa!
Abby: No somos amigas.
Sigo hacia las rejas mientras la dejó retorciéndose en el lugar.
Alex: ¡Espérame!
Continuará...
