Me gusta confiar en la gente, muy rara vez mi primer acercamiento es con las alarmas encendidas. En general, cuando conozco a alguien tiendo a pensar que se trata de una persona de bien.
Cualquiera pensaría que con esa manera de entender las relaciones entre las personas debo ser de los que se llevan muchos chascos, porque ciertamente los tramposos también forman parte de la gran familia humana y no llevan una marca en la frente que los distinga del resto, algo que diga por ejemplo: ¡cuidado conmigo! ¡Conmigo no se metan! O cosas por el estilo.
Pero no, no me he llevado tantos chascos, en realidad son pocas las veces en que me he sentido engañado.
Quizá sea porque aunque de entrada parto con un gesto de buena voluntad, también he logrado desarrollar a lo largo del tiempo una capacidad de observación que me permite detectar a tiempo ciertas señales, y darme cuenta cuando estoy en presencia de alguien que pertenece al pequeño grupo de los tramposos. Esa observación cuidadosa me ha funcionado muy bien para saber cuándo debo parar la confianza y empezar a dudar del otro.
Por eso me ha resultado muy frustrante darme cuenta que una persona cercana a mi entorno familiar, con la que he tenido una relación de algunos años, de pronto resultó uno de esos personajes que son capaces de engañar a cualquiera. Sí, el tipo resultó tremendo actor.
Debo reconocer que me siento sorprendido, porque haciendo un ejercicio de memoria, todavía no logro identificar en el pasado ninguna señal que me hiciera dudar de esa persona. No puedo decir: es que no te fijaste en esto, o cuando paso aquello tuviste que empezar a desconfiar. Nada, no logro encontrar en mi memoria ningún indicio para la duda.
Claro, no estoy hablando de un angelito ni mucho menos, el hombre parecía una persona normal como cualquier otra, con sus ratos buenos y malos, con momentos de alegría, rabia o tristeza, como todo el mundo. Y allí hay que reconocer que el sujeto tuvo mucho arte para aparentar ser una persona “normal”.
No dejo de pensar que nunca había conocido a alguien semejante. Mi único contacto con seres fríos, calculadores y manipuladores ha sido con personajes que pertenecen al mundo del cine, de la ficción literaria o de la política, no de la vida real que llevo cada día.
Pero como dice aquel viejo adagio: siempre hay una primera vez...
El caso es que un buen día, hace casi tres años, llegó a nuestra familia un personaje que se hizo pasar por amigo de todos y hasta un romance tuvo con una de las muchachas, el que pensamos podía concluir con una relación estable.
A lo largo del tiempo todos le cedimos nuestra confianza, lo tratábamos como si fuera un hijo más. Pero ahora estoy convencido que desde el principio él tenía otros planes distintos a los que aparentó.
Esta semana de buenas a primeras el hombre desapareció de forma súbita. Hacía poco que entre todos le habíamos ayudado a comprar unos equipos para que abriera un pequeño negocio por su cuenta, y también le habíamos ayudado para el arrendamiento de un local, total el tipo casi era parte de la familia.
Al ver que no aparecía por ningún lado lo primero que hicimos fue ir al local y para sorpresa nuestra estaba completamente vacío. Al tratar de contactar con otros familiares del interior ninguno da señas de él. Por vía del chisme alguien comento que en sus planes estaba irse a Colombia.
A todos nos engañó, a todos nos estafó algo, y lo peor deja a una joven con el corazón roto.
Esta experiencia me desestabiliza. A estas alturas de la vida me da rabia sentirme engañado, siento que quizá los años han enturbiado mi capacidad de observación. Lo peor es empezar a considerar que debo ser más cauteloso con la gente, saber que en cualquier momento alguien te puede defraudar...
Gracias por tu tiempo.
I like to trust people, very rarely my first approach is with alarms going off. In general, when I meet someone I tend to think that they are a good person.
Anyone would think that with that way of understanding relationships between people I must be one of those who get many disappointments, because certainly cheaters are also part of the great human family and do not carry a mark on the forehead that distinguishes them from the rest, something that says for example: watch out for me! Do not mess with me! Or something like that.
But no, I have not had so many disappointments, in fact there are few times when I have felt cheated.
Maybe it's because although I start with a gesture of good will, I have also managed to develop over time a capacity for observation that allows me to detect certain signs in time, and to realize when I am in the presence of someone who belongs to the small group of cheaters. That careful observation has worked very well for me to know when to stop trusting and start doubting the other person.
That is why I have found it very frustrating to realize that a person close to my family environment, with whom I have had a relationship of some years, suddenly turned out to be one of those characters who are capable of deceiving anyone. Yes, the guy turned out to be a tremendous actor.
I must admit that I feel surprised, because doing a memory exercise, I still cannot identify in the past any sign that would make me doubt that person. I can't say: you didn't notice this, or when that happened you had to start to distrust. Nothing, I can't find in my memory any indication for doubt.
Of course, I am not talking about a little angel, far from it, the man seemed a normal person like any other, with his good and bad moments, with moments of joy, anger or sadness, like everyone else. And there we must recognize that the guy had a lot of art to appear to be a "normal" person.
I kept thinking that I had never met anyone like him before. My only contact with cold, calculating and manipulative beings has been with characters that belong to the world of cinema, literary fiction or politics, not in the real life I lead every day.
But as the old adage goes: there's always a first time.
The fact is that one day, almost three years ago, a character arrived in our family who pretended to be everyone's friend and even had an affair with one of the girls, which we thought could end in a stable relationship.
As time went by, we all gave him our trust, we treated him as if he were just another son. But now I am convinced that from the beginning he had other plans than the ones he appeared to have.
This week, all of a sudden, the man suddenly disappeared. We had recently helped him to buy some equipment so that he could open a small business on his own, and we had also helped him to lease some premises.
When we saw that he was nowhere to be found, the first thing we did was to go to the premises and to our surprise it was completely empty. When we tried to contact other family members inside, none of them gave any sign of him. By way of gossip someone commented that he was planning to go to Colombia.
He deceived us all, he swindled us all, and the worst thing is that he leaves a young woman with a broken heart.
This experience destabilizes me. At this point in my life it makes me angry to feel cheated, I feel that perhaps the years have clouded my ability to observe. The worst thing is to begin to consider that I should be more cautious with people, knowing that at any moment someone can let you down.
Thank you for your time.
Translated with www.DeepL.com/Translator (free version)
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