Hoy comienza una nueva etapa en mi vida, ya no soy una veinteañera, llegaron los temidos "30" cualquiera pensara que ya me siento vieja jajajajaja. Pero no, ahora más que nunca me siento enfocada en lograr las metas que tengo trazada para mi vida; metas que van a repercutir de manera positiva en la vida de mi hija.
Hoy 15 de marzo más que sentirme feliz, me siento esperanzada de que todo irá bien, quizás es el clímax de las muestras de afecto de mis seres queridos y allegados, que me hacen sentir de esa forma, o es que realmente así será.
Gracias a Dios tengo un trabajo que me gusta, a mi madre viva y con salud, a mi esposo e hija. Ellos mis pilares fundamentales, por los que a diario dedico una oración y pido a Dios los colme de muchas bendiciones, y a mí me de buena salud para poder seguir disfrutando de ellos.
Hoy me siento muy orgullosa de quien soy, de que a pesar de muchos tropiezos me he mantenido optimista, sabiendo que todo pasa, y aunque es inevitable a veces sentirse arrollada o arrollado por las circunstancia; siempre sucede algo que te da esa bocanada de aire fresco y hace que se hincha el pecho y logres salir a flote.
Estas poquísimas líneas, las escribo más que todo como un recordatorio para mí, de lo que quiero lograr y a donde quiero ir; y si en algún momento me siento alicaída vendré y leeré estas palabras para recordarme que valgo y mucho...
Me despido con una fiesta interna, porque hoy 15 de marzo celebro mis 30 años de vida.
Espero les vaya excelente.
Créditos del texto y fotografía: Rouscelin Cardona @rouscelin
