Como una furiosa oleada
la rabia invadió su alma
injusticia del destino
que le ha robado la calma.
Bajo la lluvia camina
cabizbajo y roto el llanto
que confunde sus sentidos
que despertó su quebranto.
Entre gritos la amenaza
que acongoja sus momentos
de un abandono indolente
que traerá sufrimiento.
Ni rasgar las vestiduras
aliviana el descontento
o proferir mil insultos
al Hades cruel del tormento.
Sobre la resignación
cabalgará la ansiada calma
porque se ha ido tan lejos
la paz que había en su alma.
Tampoco tabaco ni alcohol
acercan la fiel esperanza
que habitaba dulce el pecho
en la bella y dulce infancia.
Hasta que un dia despierta
un luminoso horizonte
que enfriará la amarga ira
que le devuelve su norte.
Porque es inútil la lucha
y estéril la lerda porfía
que cristalizaba en su ser
cuando la fe de él huía.
Mirar de nuevo el paisaje
una fastuosa beldad
una alegría suprema
regresó la libertad.
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Creado por Alex Díaz @humoalex