Soy el Dr. Jon Necro. Nací en un pequeño pueblo al sur de Alemania. Soy médico forense en el hospital universitario Charité de Berlin. Puedo decir que llevo una vida normal, troto todos los días al despertar, paseo a mi perro llamado cometa y disfruto un buen café mientras pienso en la cita del día de hoy.
¿Cómo será la chica de hoy? ¿Morena, rubia? ¿Alta, bajita, delgada, voluptuosa? Cada mujer es una experiencia única e irrepetible. Al estar con ellas no dejo de pensar en la vida después de la muerte ¿Sentirán algo estas chicas? Mmmm creo que si. Y me gusta creer que lo disfrutan tanto como yo, al final no todos los días se tiene la oportunidad de estar con un doctor famoso como yo. Las ayudo a tener una transición más placentera, siento que soy el último regalo para ellas.
Recuerdo la semana pasada llegó Laura a mi trabajo, la habían encontrado tirada en una esquina. Tenía 5 días de haber muerto, aun así se veía hermosa. No podía dejar de ver su largo y hermoso cabello negro y pensar a cuantos hombres habrá cautivado en vida.
Empecé a tocarla y de su vagina comenzó a salir un liquido de color amarillo algo espeso, mientras introducía mis dedos veía su rostro y jalaba su cabello. No soy muy fanático del sexo oral, pero con un cuerpo como ese frente de mi no podía perder la oportunidad de meter mi lengua por aquellos lugares mágicos. El liquido amarillo llenaba mis labios mientras con mi lengua rozaba su clítoris. Cuando empecé a penetrarla noté pequeños gusanos alrededor de mi pene y mientras más profundo
penetraba, más gusanos salían de su interior. Al terminar mi ritual le dije a Laura que no se preocupara, no hay riesgo de embarazo, así que procedí a realizar la autopsia. Un día memorable.
Una de las peores noches fue con Anna, por favor como olvidar a Anna. Después que su novio la dejó, Anna se suicidó lanzándose bajo las ruedas de un camión que transportaba gasolina, solo trajeron la mitad de su cuerpo conmigo, la parte inferior para ser exactos, y para mi fortuna, la parte más importante. No había mucho que hacer, solo pensaba en el dolor de Anna tras esa ruptura. Debo confesar que quería hacerlo rápido, así que empecé a penetrarla y debo admitir que era aburrido estar con una mujer sin senos para agarrar, sin rostro para besar o golpear, así que para agregar diversión metía mi mano por el hueco de arriba de su cuerpo, pero no era mi estilo, asi que terminé rápido con ritual.
Hace dos días conocí el amor de mi vida. Isabelle, hermosa mujer de cabello rojo, tenía unos 15 minutos de haber muerto, aun se podía sentir un poco el calor de su cuerpo. Fue amor a primera vista, desde el momento en que entró a mi santuario sabía que era para mi, la que siempre había esperado. Lleno de tanta emoción comencé a besar su cuerpo, metía mi pene en su boca, aun se sentía tibio, luego la penetraba sin parar, con más fuerza. Al terminar mi ritual sabía que esto no debía terminar allí, quería tenerla para siempre conmigo, era tan pura. Tomé algunos químicos para embalsamar y la llevé a casa. Hoy Isabelle reposa en mi cama, siempre esperando a que llegue del trabajo. Hoy en especial estoy muy emocionado, hoy le juraré amor eterno, Espero que no me rechace.
