Saludos amigos de Emotions & Feelings. En vista de que yo también tengo mi experiencia con la desconfianza, me he animado a apoyar el tema del mes. Les contaré como la percibo yo y el efecto que ha tenido en mi vida.

Si la desconfianza fuera una persona yo la describiría de está manera:

 Llega adonde no la han invitado y con la autoridad de un anfitrión. No le gustan los niños, pero se entiende bien con los adultos y a veces también con los adolescentes. Puede ser muy absorbente y hasta prohibirnos tener otros amigos aparte de ella, pero si le damos su debido lugar en nuestra vida, será una amiga protectora.

 Aunque todos necesitamos tener cierto grado de desconfianza, esta nos puede robar la alegría de vivir. Por eso, aunque la conocí a temprana edad yo he decido volver a confiar de manera selectiva. Sería injusto que una persona que se ha esforzado por ganarse mi confianza solo recibiera mi desconfianza.

Siento desconfianza cuando...

• De manera repentina una persona muestra exesivo aprecio o interés en mi.
• Noto algún grado de desnivel mental (aunque lo comprendo perfectamente por lo angustiante que puede ser la vida actualmente).
• Una persona que solía ser amable cambia su actitud hacia mí.
• Ya me han dado razones, como contar algo muy personal que le he confiado.
• El comportamiento de una persona se siente siempre actuado y no natural.
• Alguien es excesivamente inexpresivo, no muestra ni alegría ni tristeza nunca.
• Una persona no sabe controlar su ira, siento que puede llegar el momento en que no tenga límites su violencia.
• No me miran a los ojos en ningún momento mientras hablan conmigo.

Ella en ocasiones no ha sido para mi una buena compañera...

 Me ha hecho pasar noches en vela por estar imaginando lo que podría hacer alguien que está pasando la noche o viviendo en la misma casa que yo, en ese tiempo realmente no sabía cómo gestionarla, así que solo me correspondía esperar a que el sueño me venciera.

 También ha roto por completo mi relación con un familiar en quien yo necesito confiar. Poco a poco y con esfuerzo de parte y parte se ha vuelto a construir una bonita relación, lo que me ha aportado felicidad y paz.

 Como la mayoría, he vivido experiencias que me han enseñado a desconfiar, pero aún así he vuelto a confiar incluso en personas que de alguna manera me han fallado, porque entiendo que somos imperfectos y quizás yo pueda equivocarme en algún momento. Para lograrlo intenté justificar los errores de esas dos personas así como justifico los míos en ocasiones, porque nosotros sabemos ser amables y comprendernos a sí mismos ¿No es cierto?. Pero por supuesto, solo volví a confiar porque estoy segura de que esas personas me quieren mucho y no quieren hacerme daño. Por si les da curiosidad, desconfié de ellos por 1) Contar algo personal de mí y 2) Por infidelidad (no hacia mí directamente).

 Sin embargo, por una persona cercana que quiso pasarse de confianzudo, no he vuelto a confiar ni lo haré jamás, pues pondría en peligro mi integridad y quién sabe si hasta mi vida.

 Para finalizar, considero que todos la necesitamos porque sin ella quizás no sobreviviríamos en este mundo, pero no podemos permitirle que nos convierta en personas solitarias y totalmente cerradas a las relaciones interpersonales, podríamos terminar siendo el tipo de personas en el que no se puede confiar. Los humanos somos por naturaleza sociales, incluso los más tímidos lo son. Así que siendo cuidadosos, pero no obsesivos, podemos disfrutar de la vida junto a nuestros familiares y amigos.

Las imágenes son de mi propiedad, editadas con Photoshop.