La desesperación es un sentimiento intenso de pensamientos negativos que invaden nuestra cabeza a cada momento. Es una emoción tan visceral que todo lo que tienes a tu alrededor no es suficiente. Ni siquiera lo más importante de tu vida que es el amor de tus seres queridos y por supuesto del amor propio porque comienzas a sentir que otras cosas son prioridad antes que tú. ¿Alguna vez has experimentado este sentimiento?

Hoy quiero hacer catarsis con ustedes. Hace un par de meses atrás, cuando creía que todo iba bien, de pronto sentí una gran desesperación por el tema económico. Para que puedan comprender un poco el contexto. Mi esposo y yo trabajamos desde casa. No tenemos un jefe. Lo que hacemos es para nuestros gastos y siempre estuvimos acostumbrados a que no nos faltara nada. Las cosas siempre habían marchado bien en el tema económico, estábamos muy cómodos porque nuestros ingresos eran suficientes para cubrir los gastos, disfrutar de momentos de diversión, comprar ropa, hacer reparaciones del hogar, hacer viajes de vacaciones en familia, incluso pudimos ahorrar durante algunos años.

Pero como a muchos, la pandemia ha sido un gran tropiezo. Desde hace dos años para acá la situación fue complicándose. Al año, prácticamente ya no teníamos ahorros aunque debo aclarar que gran parte de ese dinero lo destinamos a una inversión en un nuevo negocio que desafortunadamente no dio frutos. Durante el último año la situación poco a poco fue convirtiéndose en un problema real que no pude advertir aunque mi esposo me insistía con frecuencia que ya no podíamos comprar tal o cual artículo porque estaba fuera del presupuesto. Finalmente hasta este año que se ha agudizado tanto hasta llegar al borde de comenzar a vivir al día. Cosa que es muy frustrante para nosotros porque siempre hemos tenido el control del dinero. Dos meses atrás a mi esposo no le llegaba trabajo y con lo que yo producía no nos alcanzaba. Ahí apareció mi desesperación y comencé a pensar: cómo vamos a hacer para pagar el colegio de los niños, su práctica de natación, la comida, los medicamentos de mi mamá. Allí entré en colapso, sentí mucho miedo y al mismo tiempo empecé a buscar soluciones al respecto.

Dije: “tengo que buscar empleo a corto plazo mientras nos estabilizamos”. Yo soy mercadólogo y publicista, así que apliqué a algunas ofertas de trabajo a través de la plataforma Empleate.com y la sorpresa fue que me llamaron de una oportunidad de trabajo casi inmediatamente. Me ofrecieron un cargo de coordinación y tuve que ir a una entrevista al día siguiente. Todo fue muy rápido. Una vez culminada la entrevista, me informaron que había sido seleccionada. Yo estaba en estado shock. Me hablaron del salario y de la gran responsabilidad que debía enfrentar. Lógicamente, debido a mi desesperación acepté de inmediato.

_{En la foto del lado izquierdo fue el día de la entrevista y en la foto del lado derecho mi primer día de trabajo.}

Aunque volver a trabajar en mi profesión era algo que había anhelado durante tanto tiempo, tenía mucho miedo porque después de años de ser independiente y de haber probado mi valía en Hive, ahora debía cumplir un horario y trabajar para alguien más. Tendría que sacrificar mi tiempo. Tiempo que dedicaba casi con exclusividad a mis hijos y a mi familia. Si eres mamá o papá entenderás probablemente que ser mamá es lo que más amo. Cuando mis niños llegaron a nuestras vidas mi día a día tuvo un giro de 180 grados y volver a ser lo que era antes es algo muy difícil de asimilar porque sé que ellos, mis niños, me necesitan.


Volvamos al tema del nuevo empleo. Imaginen mi desesperación cuando acepté el trabajo con un cargo gerencial pero con un sueldo de asistente. Veamos de qué se trataba. Cuatro empleados estarían bajo mi mando y su capacidad de producción sería mi responsabilidad directa, así que debía asegurarme de mantenerlos constantemente ocupados generando contenido para la empresa. Ellos estaban en las áreas de diseño, community manager y producción audiovisual. Para lograr esto, debía elaborar planes de mercadeo para dos compañías hermanas con la consiguiente planificación de grillas y pautas de publicaciones. Estar al frente de la coordinación de los eventos que se realizarían mensualmente y además debía visitar constantemente las 12 tiendas a nivel nacional para exigir el buen uso de la marca y de los lineamientos de la compañía. Todo esto por un sueldo que era tres veces menor al salario que debería ganar un jefe de departamento.

_{En la foto izquierda camino a la oficina y en la foto derecha ya estaba en mis labores.}

Ya en los primeros dos días de trabajo sentí que no iba a durar mucho en aquella empresa pero mi desesperación me nublaba la mente y no me dejaba pensar con claridad. Además no puedo negar mi emoción de ser partícipe en un rol principal de un proyecto tan interesante. Eso me hacía insistir en continuar para hallar una solución por el difícil momento que estábamos atravesando. Al comenzar la segunda semana de trabajo, la situación real me había alcanzado, me sentía agotada profundamente. Casi no pude ver mis hijos. Me sentía frustrada porque otro era dueño de mi tiempo y el tiempo es lo más preciado que tenemos en la vida. No podía imaginar que mi gran anhelo de volver a trabajar sería una pesadilla. Creía que era algo que me haría feliz pero fue todo lo contrario. Estaba muy deprimida.



_{Entrada de las oficinas donde laboraba.}


Al comenzar la segunda semana de trabajo, comprendí que, más allá de tratar de ayudar en la solución de nuestra situación, estaba agravándolo todo. El sacrificio no era sólo mío, también mis hijos lo estaban sintiendo. Mi hijo mayor, de nueve años de edad, me abrazó días atrás y con lágrimas en los ojos me confesó que me extrañaba. Eso me había partido el corazón. Mi esposo también estaba sacrificando su tiempo y calidad de vida al llevarme en la mañana al trabajo y luego al buscarme en la tarde. Por lo menos dos horas diarias perdía por culpa del tráfico. Encima de todo esto, nos enfermamos. El día martes de esa segunda semana a mi esposo le tocó trabajar, hacer las compras de la semana y buscarme al trabajo con fiebre y un malestar que días después lo sentiría en carne propia. Ese día quería conversar con él porque ya no quería continuar, deseaba tirar la toalla, pero él se encontraba tan mal que apenas llegamos a casa, se acostó a dormir.

Pensándolo bien, ese día, el martes 24 de mayo fue un maremágnum de situaciones y de emociones. Ocurrió de todo y podría decir que era lo que me hacía falta para terminar de entender que lo que estaba haciendo no era bueno para nosotros. Ese día luego de las 2:00 pm recibí una llamada de mi esposo. Yo acababa de salir de una reunión en las oficinas de un proveedor en un centro comercial muy famoso de la ciudad. En el teléfono escuché a mi esposo decir: –Pasó algo que tenemos que decirte– y luego escuché a uno de mis hijos que me decía –¡Papá ganó el concurso de SPK Network!– Ellos estaban eufóricos y yo quedé atónita. Me embargó una felicidad inmensa y a la vez me sentí muy triste porque enseguida pensé que quería estar con mi familia. Yo debí estar con ellos en ese momento y no pude participar de su euforia. Este empleo me estaba coartando todo esto. Mi tiempo lo más preciado. Por otro lado, Hive se ha convertido para mí y para mi esposo en un aliciente. Un lugar al que llegamos en el mejor momento.

Al siguiente día conversamos y decidí no continuar con esta amarga experiencia. Siempre pensé que sería distinto, pero mi vida ya no es la misma de hace 15 años. Tengo esposo y un par de niños que cuidar y mi mamá también me necesita. Cumpliendo un horario nunca tendría tiempo para ellos. Probablemente a muchas personas no le queda otro remedio y eso es penoso, pero ahora sé que de algún modo saldremos adelante sin tener que sacrificar tanto. Lo bueno de todo esto es que varias ideas me han llegado y muy pronto las pondré a funcionar junto a mi esposo. Creo que me hacía falta el cambio de ambiente y atravesar esta situación para darme cuenta de que soy muy afortunada. Sé que soy capaz de hacer grandes cosas para mi familia. Esto evidencia que algunas veces nos quedamos estancados en la rutina y nos metemos en la cabeza que no podemos hacer tal o cual cosa y nos autolimitamos.

Es importante detectar bajo qué circunstancias estás tomando decisiones porque la desesperación no nos conduce por buen camino. Ahora lo sé. Durante ese tormento se toman decisiones aceleradas con las emociones a flor de piel y es posible que no sean siempre las mejores. Siempre es mejor analizar con cabeza fría y tomarse el tiempo para llegar a una conclusión decisiva. Hay un dicho que reza “el tiempo de Dios es perfecto” y yo pienso que es así. Creo que todo lo que pasa en algún momento de nuestras vidas sucede por alguna razón y que eso nos permite aprender algo. Ahora estoy segura de que no dejaré de ver a mis hijos crecer por culpa de alguien más. Aprendí el valor de lo que significa ser dueño de tu tiempo. Comprendí que es muy satisfactorio hacer cosas increíbles para ti y los tuyos y que puedo ser libre de decidir lo que quiera hacer cuando quiera hacerlo. Eso, amigos, para mí no tiene precio.

_{Mis niños haciendo una obra de teatro.}

_{Mis niños en practica de natación.}


Espero les haya gustado. Nos vemos en el próximo post.

Todas las fotos son propias.
• Producción: @jomarbym
• Fotógrafo: @charsdesign
• Cámara: Celular UMIDIGI BISON X 10
• Edición fotográfica: Adobe Photoshop
• Creación de banners: Canva
• Diseño de logo Jomy Hive y separadores: @charsdesign con Adobe Illustrator
• Traductor versión gratuita: DeepL

NOW IN ENGLISH

Despair is an intense feeling of negative thoughts that invade our head at every moment. It is such a visceral emotion that everything you have around you is not enough. Not even the most important thing in your life which is the love of your loved ones and of course self-love because you start to feel that other things are priority before you. Have you ever experienced this feeling?

Today I want to make catharsis with you. A couple of months ago, when I thought everything was going well, I suddenly felt a great despair about the economic issue. Just so you can understand the context. My husband and I work from home. We don't have a boss. What we make is for our expenses and we have always been used to not lacking anything. Things had always been going well financially, we were very comfortable because our income was enough to cover expenses, enjoy fun times, buy clothes, do home repairs, go on family vacation trips, and we were even able to save for a few years.

But like many, the pandemic has been a major stumbling block. For the last two years the situation has been getting complicated. After a year, we had practically no savings, although I must clarify that a large part of that money was destined to an investment in a new business that unfortunately did not bear fruit. During the last year the situation gradually became a real problem that I could not notice, although my husband often insisted that we could no longer buy this or that item because it was out of budget. Finally until this year it has become so acute that it has come to the brink of start living on just enough for day-to-day expenses. Which is very frustrating for us because we have always been in control of our money. Two months ago my husband had no work coming in and what I produced was not enough for us. That's when my desperation set in and I began to think: how are we going to pay for the children's school, their swimming lessons, food, my mother's medicines? That's when I collapsed, I felt very scared and at the same time I started to look for solutions.

I said, "I have to look for a short-term job while we stabilize". I'm a marketer and publicist, so I applied to some job offers through the Empleate.com platform and the surprise was that I got a call from a job opportunity almost immediately. They offered me a coordinating position and I had to go for an interview the next day. Everything went very quickly. Once the interview was over, I was informed that I had been selected. I was in shock. They told me about the salary and the great responsibility I had to face. Naturally, due to my desperation, I accepted immediately.

_{In the photo on the left side was the day of the interview and in the photo on the right side was my first day on the job.}

Although going back to work in my profession was something I had longed for so long, I was very afraid because after years of being independent and proving myself at Hive, I now had to keep a schedule and work for someone else. I would have to sacrifice my time. Time that I dedicated almost exclusively to my children and my family. If you are a mom or dad you probably understand that being a mom is what I love the most. When my children came into our lives my day to day life took a 180 degree turn and going back to what I was before is something very difficult to assimilate because I know that they, my children, need me.


Let's get back to the subject of the new job. Imagine my despair when I accepted the job with a managerial position but with an assistant's salary. Let's see what it was all about. Four employees would be under my command and their production capacity would be my direct responsibility, so I had to make sure I kept them constantly busy generating content for the company. They were in the areas of design, community manager and audiovisual production. To accomplish this, I had to develop marketing plans for two sister companies with the subsequent planning of grids and publishing guidelines. I was in charge of coordinating the events that would be held monthly and also had to constantly visit the 12 stores nationwide to demand the proper use of the brand and the company's guidelines. All this for a salary that was three times less than the salary a department head should earn.

_{In the left photo I was on my way to the office and in the right photo I was already at work.}

Already in the first two days of work I felt that I was not going to last long in that company but my desperation clouded my mind and did not let me think clearly. Besides, I can't deny my excitement of being part of a main role in such an interesting project. That made me insist on continuing to find a solution for the difficult moment we were going through. At the beginning of the second week of work, the real situation had caught up with me, I felt deeply exhausted. I could hardly see my children. I was frustrated because someone else owned my time and time is the most precious thing we have in life. I could not imagine that my great longing to go back to work would be a nightmare. I thought it was something that would make me happy but it was the opposite. I was very depressed.



_{Entrance to the offices where he worked.}


In that second week, I realized that, beyond trying to help solve our situation, I was making everything worse. The sacrifice was not only mine, my children were feeling it too. My oldest son, who is nine years old, hugged me a few days ago and with tears in his eyes confessed that he missed me. That had broken my heart. My husband was also sacrificing his time and quality of life by driving me to work in the morning and then picking me up in the afternoon. He was losing at least two hours a day to traffic. On top of all this, we got sick. On Tuesday of that second week my husband had to work, do the week's shopping and pick me up from work with a fever and a malaise that he would feel days later. That day I wanted to talk to him because I didn't want to continue, I wanted to throw in the towel, but he was so sick that as soon as we got home, he went to bed to sleep.

Come to think of it, that day, Tuesday, May 24, was a whirlwind of situations and emotions. Everything happened and I could say that it was what I needed to finish understanding that what I was doing was not good for us. That day after 2:00 pm I received a call from my husband. I had just left a meeting at a supplier's office in a very famous shopping mall in the city. On the phone I heard my husband say, "Something happened that we have to tell you," and then I heard one of my children say, "Dad won the SPK Network contest!" I was overwhelmed with happiness and at the same time I felt very sad because I immediately thought that I wanted to be with my family. I should have been with them at that moment and I could not participate in their euphoria. This job was holding me back from all this. My time was the most precious thing. On the other hand, Hive has become for me and my husband an encouragement. A place we came to at the best time.

The next day we talked and I decided not to continue with this bitter experience. I always thought it would be different, but my life is not the same as it was 15 years ago. I have a husband and a couple of kids to take care of and my mom needs me too. Keeping a schedule would never give me time for them. A lot of people probably have no choice and that is painful, but now I know that somehow we will get by without having to sacrifice so much. The good thing about all of this is that several ideas have come to me and I will be putting them to work with my husband very soon. I think I needed the change of environment and to go through this situation to realize that I'm very fortunate. I know that I'm capable of doing great things for my family. This is evidence that sometimes we get stuck in a rut and get it into our heads that we can't do this or that and limit ourselves.

It is important to detect under what circumstances you are making decisions because desperation does not lead us in the right direction. Now I know. During this torment, decisions are made in an accelerated manner with emotions running high and they may not always be the best ones. It is always better to analyze with a cool head and take the time to reach a decisive conclusion. There is a saying that goes "God's timing is perfect" and I think it is so. I believe that everything that happens at some point in our lives happens for a reason and that it allows us to learn something. Now I'm sure that I will not stop watching my children grow up because of someone else. I learned the value of what it means to own your time. I understood that it is very satisfying to do amazing things for you and yours and that I can be free to decide what I want to do when I want to do it. That, my friends, is priceless to me.

_{My children doing a play.}

_{My children at swimming practice.}


I hope you liked it. See you in the next post.

All photos are my own.

• Production: @jomarbym
• Photographer: @charsdesign
• Camera: UMIDIGI BISON X 10 Cell Phone
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