El lugar elegido para nuestra práctica fue el parque que se encuentra justo frente al hospital. Este parque tenía tiempo que no lo visitábamos, ya que no lo considerábamos muy adecuado para entrenar debido a que sus barras tienen un agarre bastante grueso, lo que resulta incómodo para realizar ciertas rutinas. Sin embargo, decidimos regresar para probar si aún podríamos adaptarnos a sus características. Por otro lado, el parque de la Plaza Alma Llanera siempre ha sido una de nuestras mejores opciones, ya que sus barras tienen un agarre más cómodo y es un lugar donde realmente nos sentimos cómodos entrenando. A pesar de eso, hoy optamos por este parque, con la esperanza de experimentar un cambio en nuestra rutina.

A medida que avanzaba la mañana, el tiempo voló. Nos sumergimos en las prácticas, compartimos consejos y motivación, y cada uno de nosotros fue perfeccionando detalles técnicos de nuestro entrenamiento. Aunque el parque no era el más cómodo, pudimos disfrutar de la sesión, sacando lo mejor de cada momento. Lamentablemente, el tiempo no estaba de nuestro lado, y después de una hora de entrenamiento, tuvimos que irnos debido a compromisos y a la falta de más tiempo disponible.

Al concluir la práctica, nos sentimos satisfechos, ya que, más allá de la comodidad del lugar, lo importante fue el esfuerzo y la dedicación que le pusimos al entrenamiento. Fue una experiencia valiosa, y como siempre, compartir este tipo de momentos con amigos que comparten la misma pasión por el freestyle Street workout hace que cada sesión sea aún más significativa.

Sin mucho más que agregar, solo me queda agradecerles por seguirme en este recorrido. Espero que disfruten de las fotos que acompañan esta publicación, y como siempre, nos vemos en la próxima, con más historias y momentos que compartir. ¡Hasta pronto!