Es un placer para mí estar nuevamente con ustedes, mis queridos y apreciados lectores. Siempre es un gusto compartir mis experiencias y logros con ustedes, y en esta ocasión quiero traerles un contenido especial que había quedado pendiente.

Hoy quiero compartir unas fotografías que tomé hace algunos días y que, por diversas razones, se me había pasado subir. Estas imágenes corresponden a un trote que realizamos el domingo pasado, una jornada que fue bastante significativa para nuestro equipo y que, sin duda, merecía ser documentada y compartida con ustedes.

El recorrido de ese día fue realmente desafiante, pero al mismo tiempo muy gratificante. Partimos desde la icónica Plaza Alma Llanera y corrimos hasta el Faro, para luego regresar nuevamente al punto de partida. Lo más destacable de esta sesión de entrenamiento es que logramos completar todo el trayecto sin detenernos ni una sola vez.

Este hecho representa un gran logro para nosotros, ya que es una clara muestra de cómo nuestra resistencia ha mejorado notablemente con el tiempo. La combinación de trote y ejercicios cardiovasculares nos ha permitido desarrollar una mayor capacidad aeróbica, mantener un ritmo constante y gestionar mejor nuestra energía a lo largo del recorrido.

El tiempo total que tardamos en completar el trayecto fue de 45 minutos, lo cual es un gran avance en comparación con nuestros registros anteriores. Sin embargo, seguimos enfocados en nuestro objetivo principal: alcanzar la meta de 40 minutos. Cada entrenamiento nos acerca más a ese propósito, y con dedicación, disciplina y constancia, estamos seguros de que pronto lo lograremos.

Sin más que agregar por el momento, me despido hasta una próxima publicación. Muchas gracias por seguir acompañándome en este camino. ¡Nos vemos pronto con más historias y logros por compartir!