A few days ago, I had to go shopping in downtown Barquisimeto. My main goal was to buy a few things I needed for the gym — mostly gloves and workout clothes. I left before lunchtime, and time flew by quickly.

Since it passed so quickly, I needed to find a place to eat. I remembered I had eaten at Avolee before. I wanted something light; I don’t usually eat at the same place twice, but the lasagna (pasticho) from this bakery is just too good. You can read about my first impressions in this earlier post: Avolee: Where Lasagna Finds its Place in Haute Confectionery. Avolee is located on Carrera 19 and Calle 33, in the heart of Barquisimeto, Lara, Venezuela.

I arrived a little after 2:20 p.m. (Venezuelan time). I was very hungry by then. The bakery was quiet with few customers, so I took the opportunity to sit at a small table for two. Eating alone feels strange sometimes, but it’s necessary — one of those things adulthood brings.

I took off my sunglasses and relaxed. The waiter came over and asked for my order. I politely told him I wanted the lasagna; I didn’t need a menu — I knew exactly what I came for.

He told me it would take about 20 minutes to prepare. That’s quite a wait, but nothing out of the ordinary. I told him I’d wait patiently — I had come all the way just to eat that lasagna again.

Along with the lasagna, I ordered a strawberry frappé. I asked the waiter to bring the drink out with the food. While waiting, I noticed a few details about the place that I hadn’t before. I liked how the bakery’s name was etched into the tables, and how well the design elements matched.

It’s a minimalist-style bakery, after all, and it’s run by its owner — a noteworthy detail that adds real value to the experience. I genuinely appreciate the bakery’s design; it’s calming and pleasant. That peaceful feeling is one of the reasons I returned — I didn’t feel like going home to cook.

I found it strange that the bakery was so empty. I was the only customer at first, but thankfully, just before my order was ready, more people arrived. A good number came to celebrate someone’s birthday.

I’m a simple person, and my order reflected that. It was straightforward and satisfying — garlic bread, a strawberry drink, and cheesy lasagna. Just how I like it.

Unlike my previous visit, the lasagna this time was perfectly cooked. It was easy to eat and had a nice crispy layer. Just thinking about it — and seeing the pictures — is making me hungry again.

For me, the portion size was just right. I also didn’t want to spend too much, which is why I went alone to Avolee. Some people don’t like going back to the same place, but I took the chance because the food quality was worth it. Do you feel the same?

As for the strawberry frappé, it was delicious — no milk, lots of sugar. Just what I needed. Now that I go to the gym, I pay more attention to what I eat, though I still allow myself some sweets, like I did at Avolee.

After eating, I went to the display case to check out the desserts. An Oreo cake caught my eye, but my inner gym-self said I shouldn’t buy it. I respected that decision, but I did get a brownie. I also bought 300 grams of chocolate cookies as a gift.

The total bill was under $12 USD — a great deal for everything I ate and bought. I’ll definitely return to Avolee because I love the atmosphere, the service, the flavor of their desserts, and that amazing lasagna. Everything there is a treat.

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SPANISH VERSION (click here!)

Nuevamente en Avolee: Pasticho, Brownie y un Frappe que Valen el Viaje

Hace unos días tuve que ir al centro de Barquisimeto de compras. Mi prioridad era comprar algunas cosas que requería para el gimnasio. Principalmente, porque necesitaba unos guantes y ropa deportiva. Salí antes de la hora de almuerzo y el tiempo pasó muy rápido.

Al pasar el tiempo muy rápido, debía comer en algún restaurante. Recordé que había ido a comer con anterioridad en Avolee. Quería comer algo ligero; no suelo comer en el mismo lugar, pero el pasticho de esta pastelería es demasiado bueno. Puedes saber sobre mis primeras impresiones en este primer post:Avolee: Donde la lasaña encuentra su lugar en la alta repostería. Avolee está ubicado en la carrera 19 con calle 33 del centro de la ciudad de Barquisimeto, Lara, Venezuela.

Llegué un poco después de las 2:20 p.m., hora Venezuela. El tiempo pasó muy rápido y tenía mucha hambre. La pastelería estaba vacía y no tenía mucha gente. Aproveché para sentarme en una mesa de dos personas; comer solo es raro, pero necesario. Son cosas que debes hacer cuando eres adulto.

Me quité las gafas de sol y me relajé. El mesero se acercó a la mesa donde yo estaba y me preguntó qué ordenaría. Le dije cordialmente que pediría un pasticho; no fue necesario que me trajera el menú: sabía lo que quería desde el principio porque ya lo había comido.

El mesero me indicó que el pasticho tardaría 20 minutos. Bastante tiempo, pero nada de otro mundo. Le dije que esperaría con calma, que era lo que quería comer. Fui hasta Avolee a pesar de que estaba lejos porque me provocó comer pasticho, nuevamente.

Junto al pasticho, ordené una bebida de fresa tipo frappe. Le dije al mesero que quería que trajera el jugo junto al pasticho. Mientras esperaba, me percaté de algunos detalles del local que no observé con anterioridad. Me gustó la manera en que las etiquetas o nombres de la pastelería estaban grabados en las mesas y la coordinación de los elementos de diseño.

Es una pastelería de concepto minimalista, después de todo, y es atendida por su propia dueña. Esto es una característica impresionante y que vale la pena considerablemente. El diseño de la pastelería, yo lo aprecio y considero agradable. Fui a comer nuevamente por esa paz que necesitaba y no quería llegar a mi casa a cocinar.

Me pareció extraño que la pastelería estuviera sola. Era el único cliente; afortunadamente, antes de que mi orden estuviera lista, comenzaron a llegar otros clientes. Recuerdo que llegó un número considerable que fue a celebrar el cumpleaños de alguien.

Soy una persona sencilla. Lo que pedí concuerda con esas palabras; después de todo, es lo que se muestra en la comida. Allí están los trozos de pan con ajo, el jugo y el pasticho con mucho queso. Todo como me gusta.

A diferencia de la visita anterior, el pasticho estaba hecho al punto adecuado. Era fácil comerlo y estaba crujiente: en estos momentos me dio algo de hambre al solo recordar y ver las fotografías.

Para mí, el tamaño de este pasticho es adecuado. Tampoco quería gastar mucho dinero, por eso fui solo a Avolee. Algunas personas no suelen ir nuevamente al mismo restaurante o pastelería, pero yo aposté por ello debido a la calidad de la comida. ¿Piensas igual que yo?

En el caso del jugo de fresa tipo frappe, estaba delicioso; no tenía nada de leche y mucha azúcar. Considero que fue perfecto para mí. Ahora que voy al gimnasio, priorizo lo que como, aunque suelo comer postres como lo hice al visitar Avolee.

Luego de comer me acerqué a la vitrina para ver los postres. Había un delicioso pastel de galleta Oreo que me llamó la atención; no obstante, mi yo que entrena dijo que no debía comprarlo. Respeté mi propia decisión, pero decidí comprar un brownie. Además, compré 300 gramos de galletas de chocolate para hacer un regalo.

La cuenta no pasó de los 12 USD. Fue muy económico para todo lo que comí y compré. Volveré a Avolee porque me gusta el diseño del local, el servicio que ofrecen, el sabor de sus postres y su rico pasticho. Todo aquí es una delicia.

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