La escuela moderna, tal y como la conocemos hoy en día, realmente no tiene tanto tiempo. Antiguamente, los padres eran los encargados de la educación de sus hijos. Los niños eran educados en casa, en la figura de la madre recaía la educación en valores y la enseñanza de la lectura, la escritura y los números; la figura del padre, se afianzaba en la enseñanza de un oficio. La tradición era que las niñas estaban a cargo de las madres y los varones a cargo de los padres.

A través de los años este modelo ha evolucionado con las sociedades, los patrones se han ido transformando hasta lo que hoy conocemos. Sin embargo, la escuela moderna también ha sufrido cambios que son importantes y que van de la mano con el avance de las ciencias, donde se ha puesto en evidencia la importancia de factores psicosociales de la dinámica escolar que favorecen el desarrollo del niño.

Lejos de pensar que el modelo de nuestras escuelas no necesita nuevos cambios, vamos a ubicarnos en la función social y académica que en ella se imparte. Hagamos un ejercicio de memoria, ¿qué recordamos de la vida escolar? Lo más seguro es que tengamos diversas opiniones, porque cada quien vive las experiencias en forma diferente; sin embargo, lo que busco es que puedas hallar esos recuerdos de tu período escolar. Estarás de acuerdo que todas las experiencias, tanto positivas como negativas, se suman a la vida permitiendo que haya un crecimiento.