¿Que idiomas hablas? / What languages do you speak? - Día 14 Reto 2 del Blogging Challenge

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Esta será una publicación un tanto limitante porque hablar diferentes idiomas de otros países es algo que aún no puedo hacer. El inglés lo entiendo a medias, pero sé que con un poco de esfuerzo puedo aprender a hacerlo.

Sin embargo por experiencia propia he sabido que el lenguaje es mucho más que un medio para comunicarnos. La realidad es que nosotros como seres humanos hacemos mucho más que usar el lenguaje para pedir ayuda, para manifestar un estado o sentimiento. Con la palabra podemos crear cosas con un alto grado de contundencia, dependiendo del compromiso que haya detrás de esas palabras, con el poder de cambiar toda una realidad para un día o para una semana, incluso para meses o toda una vida. Eso ya debería hablarnos de la responsabilidad que tenemos que tomar como exponentes de nuestras ideas y valores, y aprender a usar las palabras y todo el lenguaje para construir y aportar.

Partiendo de esto quiero hablarles de un lenguaje que si hablo y conozco bien además del español, pero que no es el idioma que mucha gente usaría para hacer la interacción que se vive en el día a día, aunque en la cotidianidad se ven también muchas manifestaciones en este idioma a través de anuncios de televisión, radio, y los hits musicales del momento. Pero definitivamente la interacción que se logra y se usa en el lenguaje que les comentaré a continuación no es lo común o lo más buscado por las personas. Mas sin embargo es el que mejor me identifica, y con el que puedo comunicar muchas más cosas que con el mismo idioma español que es el que yo hablo.

Entonces ¿Cual es el segundo idioma que hablo?

Para nadie es un secreto que en todas las artes se comunican mensajes bastante profundos a través de diversas propuestas basadas en diferentes combinaciones de sus componentes más característicos, llegando a transmitir desde mensajes literales y directos, hasta emociones, sentimientos, energía, movimiento, y muchas cosas que se entienden mejor al desarrollar nuestra espiritualidad.

Una de estas formas de arte es la música, la cual tiene que ver más que todo con las infinitas combinaciones que podemos hallar entre sonidos, y con las que nos podemos servir para transmitir un mensaje concreto.

Estas combinaciones están basadas en patrones melódicos, armónicos y rítmicos que podemos hallar de forma natural por ejemplo al buscar sonidos en un instrumento musical, por lo que todos estos temas que dan para escribir y publicar toda una serie en esta plataforma hacen posible contemplar la música como todo un lenguaje bien conformado y delineado.

Dentro de lo que seria el movimiento que ha impulsado este arte por miles y miles de años han habido una gran cantidad de propuestas musicales que han derivado en géneros, estilos, formas musicales, manifestaciones tradicionales religiosas y paganas, y manifestaciones modernas o de esta era actual, y muchas estructuras más que han permitido crear toda una cultura musical bien complementaria en todos los contextos sociales que hemos vivido como humanidad.

Yo no quisiera usar esta publicación para darles una cátedra sobre los conceptos que definen la música tanto en la teoría como en su parte espiritual porque para eso hay muchos libros de teoría musical y otras disertaciones adicionales muy buenas e interesantes a los que todos podemos acceder. Incluso yo cuando comencé en estos caminos del blogging lo hice publicando una serie de guías de teoría musical con la esperanza de poder ayudar a quienes estuvieran interesados en aprender más sobre la música, y esa es una serie que estoy planteándome reiniciarla pero con otras ideas y otras formas de organizar esos conceptos. Lo que quiero decir es que para definir lo que es realmente la música como arte y medio de expresión nos podemos conseguir con muchísima tela que cortar, y esta publicación no es la indicada, y menos suficiente para ese fin.

En cambio si quisiera compartirles un poco acerca de lo que significa para mi este lenguaje en mi vida. No siempre pude ver las cosas tal como las veo ahora, antes era un novato y no tenía ni idea de las cosas y sonidos que escuchaba. Tuve que pasar por un largo proceso para darme cuenta que la música es mucho más que aprenderse unos cuantos acordes y canciones para divertirse. Estas son cosas que se pueden entender con tan solo escuchar música, tal como lo haría la mayoría de las personas, pero pueden entenderse un poco más cuando nos disponemos a tomar un instrumento para sacarle música, y nos adentramos a los aspectos técnicos requeridos para ese instrumento, aplicando también cosas que son más universales (de las cuales hay una gran infinidad en muchísimas presentaciones). Y esto se puede entender aún mucho mejor cuando finalmente tocamos con otras personas, ya sea como solistas o como acompañantes, debido a la magnitud de la interacción que se puede lograr en un conjunto musical en un set, un concierto completo o una grabación. Digo esto especialmente porque quienes hemos experimentado todas estas facetas sabemos que no hay palabras que puedan describir con exactitud el mensaje que creamos los que estamos haciendo música en un momento determinado, y sobre todo cuando lo hacemos interactuando con un conjunto musical.

Describir esas cosas que no podemos ver pero podemos sentir al momento de tocar e interactuar es tarea imposible, y mucho más imposible cuando la alineación o combinación de todos estos elementos musicales están creando un mensaje que, el cien por ciento de las veces es un mensaje con el que solo puede haber comunicación de alma a alma. Son cosas que no están al alcance de la razón, aún cuando se hace alusión a cosas cotidianas de nuestras vidas con estos elementos.

También hay que añadir que los mensajes que se transmiten con la música pueden abarcar un extenso abanico de temas o motivos a tratar, y por ende de posibilidades, abarcando esto mucho más allá de lo que hay en la letra de las canciones, ya que eso apenas es la punta del iceberg. Son las diferentes presentaciones en que pueden manifestarse las emociones y energías que transmiten los sonidos, ya que por ejemplo no es la misma alegría que produce un blues mayor tocado de la forma tradicional en que se toca, que otro blues mayor pero con un tempo más rápido, es una alegría frenética que dice algo más, que cambia el contexto. Por otro lado el blues no es un género para hablar de cosas alegres, entonces si aparte de todo lo que hemos propuesto también añadimos una letra con un mensaje alegre y optimista obtendremos una propuesta totalmente diferente, con un mensaje que quizás esconda algo, o simplemente es un acto de rebeldía. Todo depende de los elementos y la interpretación de cada uno de los ejecutantes, más lo que disponga el compositor o arreglista para esa pieza. Hay mucha música sin letra capaz de transmitir muchas cosas con mensajes muy profundos y que solo un oyente atento y con una buena puesta al día puede lograr empatizar con tales sonidos.

Y quizás esto sea lo único malo en esta historia..... que la música aún en este siglo 21 es un arte de unos pocos que nos atrevemos a lanzarnos a la aventura. La gente tiende a predisponerse porque lamentablemente no hay una cultura de saber apreciar las formas de arte, especialmente la música muy a pesar de que muchos no han caído en cuenta que sobre todo en estos tiempos la música la pueden encontrar a la vuelta de la esquina, lo cual es una gran muestra de que es totalmente imposible e inconcebible vivir en un mundo sin música. Si una persona dice que es capaz de internarse en una isla sin escuchar nada de música por un año o un mes, es un gran mentiroso. Tarde o temprano llegará el momento en que esa persona aunque sea tenga la curiosidad de golpear las ramas de los árboles, o frotas las hojas para escuchar su sonido. Siempre ha sido así para la humanidad, desde sus comienzos en la prehistoria hasta estos últimos tiempos.

Hay tantas cosas que podría decir para demostrarles porque es importante aprender a apreciar la música, pero hay muchísimas cosas que me quiero reservar para futuras publicaciones que siempre he querido hacer pero no he tenido hasta ahora la ocasión para hacerlas. Solo puedo decir que tengo el privilegio de expresarme con el idioma de la música desde hace más de 20 años, y aunque muchas veces me he sentido solo en este camino he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas con las que puedo compartir estos ideales artísticos, espirituales, y al final de cuentas....mi propia filosofía de vida.