Selección Oficial Un Certain Regard en Cannes
One of the benefits of streaming platforms—and of globalization—is that we can access stories from almost any corner of the world. And while, in many cases, audiovisual products respond to an algorithm based on tags that seek to continue feeding people with what they already know and enjoy (even if it lulls them), there are spaces that challenge our comfort zone and force us to think a little beyond the predictable.
Una de las bondades de las plataformas de streaming - y de la globalización - es que se puede tener acceso a historias provenientes de casi cualquier rincón del mundo. Y aunque, en muchos casos, los productos audiovisuales responden a un algoritmo basado en etiquetas que buscan seguir alimentando a las personas con eso que ya conocen y disfrutan (aunque los adormece) existen espacios que desafían nuestra comodidad y nos obligan a pensar un poco más allá de lo previsible.
It may sound pedantic and pretentious, but I'll say it anyway, hoping the real thrust of what I'm trying to say gets across: get off Netflix (and Disney+). I'm not saying this as a long-term mandate—everyone does what they want with their time and money—but as an invitation to try, even if only once in a while, something different. Go to weird film series, subscribe to Filmin or MUBI, because only there will you find stories that break away from the algorithm, that stimulate your thinking in a different way and confront you with unthinkable corners of our humanity. I say all this as a preamble to the last story I enjoyed on MUBI. Syk pike (Sick of Myself) is a Norwegian black comedy written and directed by Kristoffer Borgli. In Latin America, we tend to think of Danes, Swedes, and Norwegians as serious, cold, and distant people, but this film will make you question those judgments and recognize the creative talent of this director. The film tells the story of Signe and Thomas, a narcissistic couple who maintain a highly competitive and toxic relationship. They constantly invalidate each other in front of others, just to seek to draw attention to themselves and become, even for a moment, the center of the universe. At first, it's funny and laughable to see how these two characters, who supposedly love each other and are therefore a couple, end up saying crazy things or nullifying their other half in front of others in conversations that shouldn't be taken so seriously.
Puede sonar pedante y pretencioso, pero lo diré de todas formas, esperando que se entienda el fondo real de lo que trato de decir: sálganse de Netflix (y de Disney +). No lo pronuncio como un mandato a largo plazo - cada quien hace con su tiempo y su dinero lo que quiere - sino como una invitación a probar, aunque sea de vez en cuando, algo distinto. Vayan a ciclos de cine raro, suscríbanse a Filmin o a MUBI, pues sólo allí encontrarán historias que se salgan de su algoritmo, que les estimulen el pensamiento de una manera diferente y les enfrentan con rincones impensados de nuestra humanidad. Digo todo esto como preámbulo a la última historia que disfruté en MUBI. Syk pike (Sick of Myself) es una comedia negra noruega escrita y dirigida por Kristoffer Borgli. En latino américa solemos pensar que los daneses, suecos y noruegos son personas serias, frías y distantes, pero esta película les hará cuestionarse esos juicios, además de reconocer el talento creativo de este director. En la cinta se cuenta la historia de Signe y Thomas, una pareja de narcisistas que mantiene una relación muy competitiva y tóxica. A cada rato se están invalidando mutuamente delante de los demás, sólo para buscar llamar la atención sobre sí mismos y convertirse, aunque sea por un momento, en el núcleo del universo. Al inicio resulta divertido y risible ver la forma en que estos dos personajes, que supuestamente se aman y por eso son pareja, llegan a decir cosas disparatadas o a anular a su otra mitad delante de los demás en conversaciones que no deberían tomarse tan en serio.
But little by little, their comments become more pointed, incisive, and hurtful, and when Thomas gains recognition as a contemporary artist after an (also quite laughable) exhibition, Signe—who dropped out of school and currently works as a barista—will seek to draw attention to herself again by carrying out a plan as desperate as it is irrational and as effective as it is questionable. People always focus on either the stars or the victims. And if she can't be one of the former, perhaps the latter will succeed in putting the spotlight back on her.
Pero poco a poco, los comentarios de uno y de otra se van tornando más agudos, incisivos, hirientes, y cuando Thomas obtiene reconocimiento como artista contemporáneo luego de una exhibición (también bastante risible) Signe - quien abandonó sus estudios y trabaja actualmente como barista - buscará llamar la atención sobre ella de nuevo llevando un plan tan desesperado como irracional y tan efectivo como cuestionable. Las personas se fijan siempre en las estrellas o en las víctimas. Y si no se consigue ser una de las primeras, tal vez la segunda alternativa si logre volver a poner los reflectores sobre nuestro rostro.
I don't want to give details beyond what can be inferred from the posters or the film's trailers, but Signe's decision, which at first seems crazy, soon turns into true madness. Not the madness of risk or adventure, but the unhealthy madness that worries others. Kristoffer Borgli is very clever in mixing this heaviness, this discomfort that arises in the viewer, with the humor of the absurd and of downright funny situations. However, I think the laughs prevail especially during the first half of the film, because in the second half, the discomfort and unease of the viewers are greater, who despite everything have managed to empathize with Signe and want to get into the screen, stop her, shake her, and make her see reason. It can be painful to watch a promising young woman not only crumble but destroy herself in pursuit of other people's attention and the approval, sympathy and admiration of a society that doesn't really know her and isn't close to her. Sick of Myself also reflects on the times we live in today, where appearance prevails over essence and where the most important thing isn't looking good or feeling important, but rather seeming to be so and, above all, wanting others to believe it. People posting stories on Instagram while hospitalized, or after an accident, or the constant posting of a life that isn't real, but rather filled with bright colors, smoke and mirrors hiding a grayer story, are a recurring sight on social media.
No quiero dar detalles más allá de lo que puede inferirse a partir de los posters o de los avances de la película, pero la decisión de Signe que al principio parece alocada pronto se torna en una verdadera locura. No la locura del riesgo, o la aventura, sino la locura malsana que preocupa a los demás. Kristoffer Borgli es muy listo en mezclar esta pesadez, esa incomodidad que nace en el espectador, con el humor de lo absurdo y de situaciones francamente divertidas. Sin embargo, creo que las risas priman en especial durante la primera parte de la película, porque en la segunda mitad es mayor la incomodidad, la inquietud y el malestar de los espectadores quienes a pesar de todo han logrado empatizar con Signe y quieren meterse a la pantalla, detenerla, sacudirla y hacerle entrar en razón. Puede resultar doloroso ver a una joven prometedora no sólo derrumbarse sino destruirse a sí misma por perseguir la atención ajena y la aprobación/simpatía/admiración de una sociedad que no la conoce realmente y que no son personas cercanas a ella. Sick of Myself reflexiona también acerca de los tiempos que vivimos hoy, en donde la apariencia prevalece sobre la esencia y en donde lo más importante no parece estar bien o sentirse importante sino parecerlo y sobre todo que los demás lo crean. Personas que suben historias a Instagram estando hospitalizadas, o después de un accidente, o esa continua publicación de una vida que no es real, sino que está llena de colores brillantes, humo y espejos ocultando una historia más gris, son una visión recurrente en las redes sociales.
I found the film's writing to be brilliant, even down to the ambiguous title, Sick of Myself, which can be understood as either I'm done with me or I am my desease, the latter being the one chosen to interpret the name of the film. Signe is a woman who is her own illness. Her personality, her ambitions, and her twisted worldly logic are what drive her, literally and figuratively, to compromise her health, her well-being, and even her survival. She's a complex character, at times uncomfortable and annoying, but also naive, and above all, she's a character who is alive, who feels real.
Encontré que la escritura de la película es brillante, incluso desde la ambigüedad del título, Sick of Myself, que puede traducirse como "Harta de mí" o "Enferma de mí", siendo esta última opción la escogida para nombrar a la película en español. Signe es una mujer que es su propia enfermedad. Su personalidad, sus ambiciones y su retorcida lógica del mundo es lo que la conduce, literal y figurativamente, a comprometer su salud, su bienestar e incluso su supervivencia. Es un personaje complejo, a ratos incómodo, fastidioso, pero también ingenuo y sobre todo resulta un personaje que está vivo, que se siente real.
And behind that character lies the acting talent of Kristine Kujath Thorp. It's true that Eirik Sæther does very well as Thomas, managing to convey audience dislike from the beginning of the film, but the real protagonist is Signe, and Kristine manages to project each and every emotion that a person like her can feel in every situation, no matter how illogical and contradictory it may seem. Being able to convey anxiety, fear, happiness, and pride in the midst of situations that normally provoke the opposite is an achievement that must be recognized in the actress. I had already seen her a couple of times, first in a supporting role in Bastarden with Mads Mikkelsen and then in the equally comically dramatic Ninjababy by Yngvild Sve Flikke, where Kristine plays a young pregnant woman who has doubts and internal conflicts regarding her impending motherhood. These two performances, Ninjababy and Sick of Myself, are enough to account for the talent of this actress that I hope to see again (I will review her filmography), just as I want to explore what else director Kristoffer Borgli has done, who is currently working on a romantic drama with Zendaya, Robert Pattinson and Alana Haim. Let's hope that story sees the light during 2025 and in the meantime I invite you to watch stories like Sick of Myself or The Worst Person in the World and to explore the cinema that is less immediate to you, a cinema that surprises you, that shakes you, that takes you out of your comfort zone. Have any of you seen this film? I'll read you in the comments.
Y detrás de ese personaje se encuentra el talento interpretativo de Kristine Kujath Thorp. Es cierto que Eirik Sæther lo hace muy bien como Thomas, logrando transmitir al público antipatía desde el inicio de la película, pero la verdadera protagonista es Signe y Kristine logra proyectar todas y cada una de las emociones que puede sentir una persona como ella en cada situación, por ilógica y contradictoria que parezca. Ser capaz de transmitir ansiedad, miedo, felicidad y orgullo en medio de situaciones que normalmente provocan lo contrario es un logro que hay que reconocerle a la actriz. Ya la había visto un par de veces, primero en un papel secundario en Bastarden con Mads Mikkelsen y luego en la también cómicamente dramática Ninjababy de Yngvild Sve Flikke en donde Kristine interpreta a una joven embarazada que tiene dudas y conflictos internos con respecto a su inminente maternidad. Estas dos actuaciones, Ninjababy y Sick of Myself, son suficientes para dar cuenta del talento de esta actriz que espero volver a ver (revisaré su filmografía), así como quiero explorar qué más ha hecho el director Kristoffer Borgli que actualmente se encuentra trabajando en un drama romántico con Zendaya, Robert Pattinson y Alana Haim. Esperemos que esa historia vea la luz durante este 2025 y mientras tanto les invito a ver historias como Sick of Myself o The Worst Person in the World y a explorar el cine menos inmediato a ustedes, un cine que los sorprenda, que los sacuda, que los saque de su comodidad, ¿alguno de ustedes ha visto esta película? Los leo en los comentarios.
Reviewed by | Reseñado por @cristiancaicedo
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