The Medium, es una película tailandesa de terror sobrenatural estrenada en julio de este año. Fue dirigida por el cineasta tailandés Banjong Pisanthanakun y escrita y producida por el cineasta surcoreano Na Hong-jin; quien ya nos había traído otra obra cinematográfica llamada: The Wailing. The Medium, es una coproducción de las empresas de cine Showbox (Corea del Sur) y GDH 559 (Tailandia). La película está protagonizada por Narilya Gulmongkolpech como Mink, Sawanee Utoomma como Nim, Sirani Yankittikan como Noi y Boonsong Nakphoo como Santi. El filme fue rodado en la región de Isan en Tailandia y fue concluida con una extensión de 131 minutos.

Una mujer chamán que vive al noreste de Tailandia, utiliza sus habilidades sobrenaturales adquiridas gracias a la diosa Bayan (deidad antigua muy adorada por la gente de su aldea) para ayudar a otros. Mientras todo parece ir con normalidad, empieza a notar comportamientos extraños en su sobrina; Mink, quien también posee habilidades psíquicas que llaman la atención de los espíritus. Pronto, la madre y la tía de Mink se dan cuenta de que ella está poseída por algo maligno y no por la esencia de la diosa Bayan, quien siempre había poseído a las mujeres de su familia. Las cosas comienzan a escalar en situaciones escabrosas y dementes, mientras el estado de salud físico y mental de Mink empeora: ¿Podrán expulsar de su cuerpo la maligna entidad que la controla?

Creo que la trama de la película y su historia me parecieron muy interesantes; te introducen favorablemente a conocer creencias ancestrales de este país, sin embargo, los elementos cinematográficos que se usaron para desarrollarla, no me sorprendieron fructíferamente, debido que ya es algo que se ha visto anteriormente en películas como: The Blair Witch Project, REC, Paranormal Activity, entre otras. Es decir, la película se presenta como un metraje tipo documental, en el que unos cineastas elaboran un trabajo sobre “La historia del chamanismo en Tailandia”, básicamente es eso, y como he dicho antes, y con los ejemplos que he puesto, no es para mí nada nuevo.

En mi introducción coloqué casi al final que: “La publicidad me ha engañado de nuevo”, porque antes de ver esta película, me puse a investigarla leyendo varias críticas, calificándola como “la mejor película de terror del año”, pura basura. Quizás sea el ambiente que debe de ser proporcional al tipo de película que nos quieran exponer; uno que nos cause un terror y una ansiedad ascendente, pero algo que me parece muy exagerado es decir que esta película es tan terrorífica que hay que verla con las luces encendidas.

Algo que si reconozco de lo asiáticos, es que te saben vender muy bien las cosas; lo vemos en el comercio, tanto en físico como en digital, pero una vez que pruebas sus productos te das cuenta que no son la gran cosa. La película captó mi atención al principio por su estilo tipo documental tan remarcado que se desenvuelve muy bien al principio del filme, pero que después de todo este asunto de la posesión de la protagonista y los eventos catastróficos que ocurren posteriormente, se convierte en una película más al estilo de REC, en el que los camarógrafos solo siguen los pasos de la poseída y es aquí cuando termina su estilo principal de documental.

Con esto quiero decir que no es nada nuevo lo que veremos y no causa tampoco mucha impresión. Si conoces el trabajo anterior del productor de esta película: The Wailing, te darás cuenta de la similitud entre ambos filmes, con un final parecido a excepción de que se trata de otra historia, y con un enfoque al cual no se le ve mucha diferencia.

Las escenas donde los camarógrafos son atacados me hicieron recordar tanto a REC, es difícil no hacer una comparación entre ambas películas. La verdad que esperaba un impacto más punzante como para tener que dejar las luces encendidas mientras la veía, sin embargo, he de agradecer una historia diferente proveniente de una cultura ancestral.

Aunque no la colocaría en mi lista de preferidas de este año, por ser una mezcla de proyectos cinematográficos anteriores, la película es ciertamente entretenida, si eres nuevo en este ámbito, hay partes que de verdad te van a impresionar. En ella, no solo encontrarás una creencia milenaria, sino una historia coherente, llena de posesiones espirituales, canibalismo, frenetismo y una clara mezcla entre lo sobrenatural y lo común. No la recomendaría para un experto amante del cine de terror, pero si para un público más amplio que disfruta también de este tipo de filmes.