E S P A Ñ O L

EL ROSTRO RASGADO

Me hallaba yo en una esquina de noche, en el centro de la ciudad de Tristania, la gente dice que es peligroso pues drogadictos y ladrones abundan por esos lugares. Pero yo me encontraba allí, bastante tranquilo bajo una luz de calle, fumando un cigarrillo mirando hacia los lados, esperando a mi próximo compañero de trabajo, quien dicen los colegas que tiene mucha experiencia en el mundo oculto.

Era un hombre muy ocupado, o eso decían, la verdad no me interesa pues yo también lo era, podría estar en ese preciso momento comiendo unas botanas en el sofá mientras veo la televisión.

Diviso hacia el fondo de la calle y veo una figura humana acercarse, pensé que era un borracho o algún ladrón, pero me di cuenta que el compañero que me había tocado. Era un hombre feo con habito de sacerdote, sus ojos eran severos y oscuros al igual que el resto de su rostro. Me dio una sensación fría ya que su presencia era bastante sombría. Por la luz artificial no noté al instante que era calvo y que su piel tenía un tono casi gris.

—Buenas noches, tú debes ser Marcos, ¿no es así?

Asentí con la cabeza suspirando al final.

—Soy Lucena, es un placer conocerte. —El hombre extiende la mano para saludar formalmente. Yo le correspondo algo desconfiado por el compañero que me ha tocado.

—¿No era lo que esperabas? —Me dijo, con ese tono de voz sombrío.

—No, sino que… eres bastante tenebroso amigo, ¿lo sabes? Para tener pinta de cura pareces un brujo disfrazado.

El hombre soltó una carcajada, y debo confesar que fue la más horrible que he visto en mi vida.

—Podemos socializar luego, si te parece, por ahora tenemos trabajo que hacer. La entidad que perseguimos se mueve, la puedo sentir, parece que ya ha visualizado a su próxima víctima.

—Bueno, esta noche y su niebla es perfecta para cazar, ¿no te parece?

Aunque no esperaba una risa de parte de mi compañero por mis chistes malos, estaba seguro por alguna razón que le agradé. Tomamos un atajo por el parque hacia nuestro objetivo, que, según él, ya había notado nuestra presencia y por esa razón estaba siendo cauteloso.

Durante el trayecto, traté de sacarle un poco de conversa, me daba curiosidad este personaje.

—Y dime, ¿cuál fue tu último trabajo?

El hombre muy sereno, sin mirar mi rostro y con esa expresión severa, me contestó.

—Hace dos días le realicé un exorcismo a una chica, era solo un soldado del vacío. El inmundo escapó y trató de buscar otro cuerpo, pero lo perseguí y lo destruí, no le dio ni tiempo de cobrar a su próximo incauto.

—Con que eres exorcista, ¿eh? Ese talento es bastante difícil de adquirir, y dicen que al obtenerlo no vuelves a ser el mismo y… creo que es verdad.

—¡Silencio! —Dijo el hombre de súbito. —Estamos cerca, ¿lo sientes?

Al concentrarme pude sentir unos pasos, y con ellos una presencia maligna que se movía sutilmente.

—Parece que ya encontró a su víctima y va atacarla. —Inquirí con preocupación.

—Entonces debemos movernos rápido.

Saqué mi arma y al instante recé una plegaria para activar sus atributos. Mi compañero se adelantó y estaba listo para la acción. Nos escondimos detrás de unos árboles en el parque y al fondo, vimos una presencia con forma femenina, brillaba como la luz de la luna y su cabello era tan lacio y negro como la noche.

Lentamente se acercaba a un hombre que orinaba desprevenido en unos matorrales, quizás era un borracho o un drogadicto desorientado; incautos perfectos para una criatura sobrenatural de ese calibre.

El ser que perseguíamos era llamado «Ka’zel», comúnmente conocido como «el rostro rasgado», pues es la marca que deja en sus víctimas después de chuparles la vida. Es el espíritu de un demonio que poseyó a una doncella antes de morir, ahora está aferrado a su alma y no la deja descansar.

Mi colega y yo sabíamos que, si cometíamos algún error, la criatura podría huir ya que tiene mucha agilidad en eso. Nos preparamos y esperamos el momento indicado, necesitábamos que la criatura mostrara su verdadera forma.

Al estar casi frente a su víctima, su hermosa forma de mujer se fue degradando hasta convertirse en un monstruo horrible. El incauto volteó y, sin poder evitarlo, fue sujetado al aire por la criatura.

Mi compañero y yo entramos a la acción, él le lanzó un crucifijo bendito que se insertó en su espalda paralizándolo completamente. El incauto fue liberado y huyó despavorido. La reliquia en la espalda de la criatura ardió en llamas y se desvaneció en el aire, fue así como el demonio recobró el movimiento y nos miró a ambos fijamente.

—¡Miserables humanos! —Dijo la criatura con voz monstruosa. —¿Creen que pueden detenerme?

—¡No tienes escapatoria, aberración del averno! —Esbozó mi compañero con firmeza. —El crucifijo que te inserté te ha marcado, ahora no puedes usar tu otra forma para escapar a menos que nos destruyas.

—¡Entonces que así sea, malditos!

Al instante, la criatura se abalanzó contra nosotros y trató de atraparnos con sus manos enormes y larguiruchas. Pero mi compañero fue muy ágil y la roció con agua bendita con celeridad. Eso la debilitó. Luego, inserté mi cuchillo de pícaro en su espalda realizando una larga incisión. La bestia gritó desorbitantemente, sus alaridos eran ecos que rebotaban hasta en los árboles. Mi compañero finalizó con la pelea lanzándole un roce de cenizas sagradas, las cuales incendiaron el cuerpo del demonio hasta convertirlo en una gran llamarada.

Después de un rato, el fuego se volvió blanco y de allí emanó una entidad blanca, hermosa, con el cabello largo y negro. Se trataba de la doncella poseída que por fin había sido liberada. Ella esbozó una sonrisa y al final se desvaneció como la niebla.

—¡Uf! Buena pelea, ¿no es así? —Me expresé con mi compañero con la mano extendida esperando una respuesta, pero él simplemente la ignoró.

—Ciertamente, ha sido un trabajo exitoso, amigo Marcos, pero ya es tiempo de marcharme.

—¿Qué? ¿Te vas? ¿No quieres beber algo antes?

—Yo no bebo, además mi transporte me espera, debo volver a mi parroquia.

El hombre hizo una reverencia de despedida y luego simplemente se fue. —Que compañeros tan raros me tocan a veces—, pensé, luego tomé otra dirección por el parque y fui a buscar unas cervezas.

FIN

Written by @universoperdido. 6 de Febrero del 2022