Credits: Photography by @elizabeths14, Editing and effect courtesy of @miguelmederico.
She travels to the hospital every day with her little girl in her arms, her daughter is now grown up and therefore a little heavy, but this does not limit her to keep going.
She leaves the doctor's office, somewhat exhausted, with more diagnoses and things to do for her little girl. As she tries to take a shortcut, which will get her to the booth where they schedule new appointments, a guard stops her and forces her to turn around.
Angry and impotent, before such an inhuman act, with her little girl in her arms, she walks down the long corridor that will take her to the next entrance, her back is bruised and in constant pain for months, but greater is her love for her daughter.
She does not give up, she keeps going, suddenly she stops, something simply beautiful crossed her path, the mother still with her little girl in her arms and as best she can, she takes her phone out of her purse and captures such a majestic being.
Black and red wings, white details, posing still, while being photographed. The mother forgot her tiredness and everything that has happened, she stopped to capture that moment.
The little girl in spite of her autistic condition, calmly observes mom, while she photographs such a peculiar butterfly, which remains still while posing.
Along the way, she found the peace she needed and the beauty of nature in the corridor of that hospital showed her that we can open our wings even where we think it is not our place.
Fotografía de elizabeths14
Ella, todos los días viaja al hospital con su pequeña en brazos, su hija ya está grande y por ende algo pesada, sin embargo esto no la limita a seguir adelante.
Sale de la consulta médica, algo agotada, con más diagnósticos y cosas que hacer por su pequeña. Mientras trata de tomar un atajo, que la hará llegar más rápido a la cabina dónde agendan nuevos turnos para cita, un vigilante la detiene y obliga a dar la vuelta.
Enojada e impotente, ante tan acto inhumano, con su pequeña en brazos, recorre el pasillo largo que la llevará a la siguiente entrada, su espalda está casanda y con un dolor constante desde hace meses, pero más grande es su amor por su hija.
No se da por vencida, sigue adelante, de repente se detiene, algo sencillamente hermoso se cruzó en medio del camino, la madre aún con su pequeña en brazos y como puede, saca su teléfono del bolso y captura a tan majetuoso ser.
De alas negras y rojo, detalles en blanco, posando está quieta, mientras es fotografiada. La madre olvidó su cansancio y todo lo que ha pasado, se detuvo a capturar aquel momento.
La niña a pesar de su condición de autista, tranquila observa a mamá, mientras ella fotografia a tan peculiar mariposa, la cual se queda quieta mientras posa.
En medio del camino, ella encontró la paz que necesitaba y la belleza de la naturaleza en el pasillo de aquel hospital, le mostró que se puede abrir las alas aún dónde creemos que no es nuestro lugar.
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