⛅ ¡Mi mayor pasión es tejer en la tecnica de crochet, tejer es mi mundo, mi todo! ⛅
Desde que conocí el tejido ha transformado mi vida, hasta un punto de locura total, hasta un punto donde pierdo el sentido del tiempo, hasta un punto donde se me quema el arroz por que no puedo soltar la aguja, 😂 😂 😂.
Aquí comienza la aventura o la locura, 😆
El día que me metí en esto, no sabía lo que estaba haciendo, yo solo sé, que vi a una señora tejiendo un sweater para bebe hermoso, de un color verde combinado con blanco y como estábamos en la sala de espera donde hacíamos rehabilitación, me fui acercando y comenzamos a conversar acerca de lo hermoso que era su trabajo, su combinación de colores, los materiales, y así nos conocimos. Su nombre es María Montilla, una linda señora que había sido criada en colegio de Monjas y allí aprendió todas las artes manuales que existen. Así nos fuimos conociendo día tras día y cada vez me llamaba más la atención las cosas que hacía.
Un gran día, luego de llegar a mi casa de la rehabilitación estuve hablando con mi vecina, ella se llama petra, es una abuela que para ese momento tenía como 76 años de edad, y le comencé a contar sobre mi amiga María y las cosas tan hermosas que estaba elaborando, y sorpresa la mía cuando me dice la frase mágica ¿Te gustaría aprender? Y ahí viene la respuesta más fantástica que pude darle a una persona en mi vida “Claro que Siiii”, de repente se fue a su casa y me dijo “tranquila, ya te llamo”, y cuando me llamó tenía hilos de crochet y agujas de tejer; yo con mucho asombro me sonreí, y así empezó la primera clase de crochet de mi vida.
Poco a poco fui tejiendo, me dolían mucho los dedos, pero como yo tenía muchas ganas de aprender luche y luche hasta que me salieron mis primeros puntos, esos puntos los llamaban cadenetas y paticas, y recuerdo que ese día en horas de la tarde ya había hecho un paño de color rojo y azul que aun guardo con mucho cariño.
Así seguí día a día entre mis amigas María y la abuela petra aprendiendo un mundo de cosas. La abuela petra y yo parecíamos arañas tejedoras, comenzamos a juntarnos en las tardes a la hora del café y mientras conversábamos tejíamos gorros, zapatos, cintillos, paños para las mesas y más.
La fiebre del tejido
Parecía despertar en ese momento un bum, una fiebre por el tejido, pero no me refiero a mí, sino en la población en general; para ese momento los materiales eran muy económicos, y comencé a comprar pabilos de todos colores, hilos, agujas de todos los tamaños, tijeras, y accesorios que me ayudarían a realizar un mejor trabajo. Mis amigas y mi familia no lo podían creer, que de la noche a la mañana me apasionara otra cosa que no tenía nada que ver con mi carrera de policía.
Compras compulsivas
La locura se apodero de mí, no había forma de parar, me encantaba todo lo que veía, me moría por tener todos los colores, no quería que me faltara nada a la hora de comenzar un proyecto. Visitaba todas las tiendas, comencé a conocer gente del mundo de las manualidades, a ver programas de televisión que si bien siempre me habían gustado, pues por mi trabajo nunca había podido dedicarle tiempo como debe ser. Les cuento que hasta una máquina de coser me compre con lo que me dieron en mi trabajo. Impresionante el mundo tan grande que hay detrás de las manualidades, a veces no se ve.
Mi propia empresa.
Así nació mi propia empresa, se llama “El taller de carolina” donde se elaboran piezas de lencería para bebe personalizadas en punto de cruz, con excelentes acabados y hermosas creaciones en tejidos de crochet. Mi hermana es mi socia en el negocio y me ayudo a conseguir clientes buenos. Hice promoción por las redes sociales, y gracias a los teléfonos inteligentes llegue a muchas personas.
En la web puedes conseguir un mundo de páginas que te enseñan acerca del tejido.
Aprovecho para agradecer a grupos como:
- Tejiendo perú.
- El mundo del crochet.
- Muselina.
- Habil&dades con Raquel.
- Pinterest.
También agradezco a la Escuela de labores de Guatire estado Miranda.
⛅ Reflexión para concluir ⛅
Estos 6 años de intensa búsqueda del desarrollo personal y económico he tenido altos y bajos. No todo ha sido color de rosa, es fuerte pero cuando hay ánimo y estas acompañado por Dios todo es posible. Es increíble ver cómo nos enamorados de una manera desenfrenada de algo. En mi caso me levantaba muy temprano y hacia todos los oficios de la casa porque apenas la luz del sol se ponía en mi ventana comenzaba la aventura, era como que si se abriera la puerta de la creación del mundo. Jajá. De verdad Dios nos dio la capacidad de crear cosas maravillosas, desde entonces no he podido parar.
A todas las manualistas les pido que por favor valoren su trabajo, no lo regalen, si ustedes no se valoran quien lo va hacer.
En estos tiempos tan difíciles para mi país donde los precios de las cosas se han disparado por una hiperinflación desenfrenada que no sabemos cuándo va a terminar, hemos tenido que reinventarnos; por ahora no quiero desesperarme o pensar en emigrar. Pero tampoco voy a regalar mi trabajo.
También les aconsejo que si pueden aparten un porcentaje de su ganancia y compren material a buen precio y guárdenlo.
Compartan sus conocimientos, no hay que ser egoístas, cuando hacemos el bien al prójimo eso se devuelve en bendiciones, y como le digo a mis dos hijos, tal vez no se devuelva en dinero o riquezas pero cuando me dicen que Dios la bendiga, que Dios se lo pague, esas frases se transforman en salud para mí y para mi familia, se transforman en protección, en alegría para mi hogar y en prosperidad para mi negocio.
Es muy lindo cuando entrego un trabajo y la gente abre sus ojos y se sorprenden de lo hermoso que quedó y una frase que me encanta cuando me la dicen es “que Dios bendiga tus manos” 👐
fuente fotografica de mi autoria.
tomadas desde mi video camara sony HD
celular huawei G510
