¿Qué merodea detrás de los espejos? Siempre hay alguien -y también algo- en tu reflejo. Lo más obvio que se ve, eres tú, mas pocos se percatan de los fantasmas que vuelan en tu recubierta.
Sííí... espectroos... errantes que se refractan en la superficie brillante que observa el mundo y que flotan -invisibles- delante de una imagen que te imita al proyectar a tu humanidad, sin el contraste de tus infiernos.
Nadie creería que en esa estela tan impoluta de tu versatilidad existen monstruos viajeros que no emergen a la claridad, porque los ocultas con una oportuna sonrisa.
Hay gente que te envidia por lucir tan intacto y preciso, pero detrás de los espejos algo se mueve y acecha.
Los trashumantes están ahí mientras te cepillas los dientes, siguen allí cuando te peinas, permanecen quietos mirándote cuando las cámaras fotográficas hace sus apogeos y -por supuesto- como no puede ser de otra manera, están escondidos en cualquier cosa que refleje tu imagen.
Y puedes escribir y allí flotan inmiscuidos; gritas y al cavilar les oyes; ríes y ellos también se carcajean; bostezas y ellos exhalan; lloras y tienes su peso colgado sobre tus hombros.
¿Qué merodeaba detrás del espejo de aquella persona que se veía feliz, buenamoza, inteligente, con fortuna y buena figura?, ¿tú fuiste capaz de notarlo?, ¿acaso viste algo malo en su reflejo? ¿o pensaste que la vida era buena porque se le veía una sonrisa?
Es que nadie sospecha que en esa estela tan impoluta de tu versatilidad existen errantes nómadas que se van moviendo con agilidad durante tus oportunas risas.
Y muchas personas te ven a salvo, es que parecieras estar ileso del acecho, luces tan idéntico a todo lo que envidian y no sospechan de los trashumantes escondidos en los espejos.
La fisura yace en el refractado que sigue cepillándose los dientes y no nota que algo se mueve a su par, lo imita y espera a que la debilidad de sus hombros sienta el peso, para que el dolor sí le duela.
¿Los ves? Fíjate bien, allí están... sólo basta escribir, tienes que cantar, seguir peinándote, entrenando y haciendo dinero, vistiéndote con galanura para pulir el brillo de tu reflejo, tienes que estar listo para que todos te vean.
Ha llegado el momento. Alguien hizo click, alguien graba y nadie creería que la estela tan impoluta de tu versatilidad tiene una oscuridad que -si lo notas- emerge con claridad evidentemente en algunas de tus sonrisas.
ENGLISH VERSION
What lurks behind the mirrors? There is always someone - and something - in your reflection. The most obvious thing to see is you, but few notice the ghosts that fly in your cover.
Yes... spectres... wandering ones that refract on the shiny surface that observes the world and that float -invisible- in front of an image that imitates you by projecting your humanity, without the contrast of your hells.
No one would believe that in that unpolluted wake of your versatility there are traveling monsters that do not emerge to clarity, because you hide them with a timely smile.
There are people who envy you for looking so intact and precise, but behind the mirrors something moves and lurks.
The transhumans are there while you brush your teeth, they are still there when you comb your hair, they stand still looking at you when the cameras are in full swing and -of course- they are hidden in anything that reflects your image.
And you can write and there they float in; you scream and you hear them as you think; you laugh and they laugh too; you yawn and they exhale; you cry and their weight hangs on your shoulders.
What lurked behind the mirror of that person who looked happy, handsome, intelligent, fortunate and well-figured, were you able to notice it, did you see something wrong in his reflection, or did you think life was good because you could see a smile on his face?
It's that no one suspects that in that pristine wake of your versatility there are nomadic wanderers who move with agility during your timely laughter.
And many people see you safe, you seem to be unharmed by the stalking, you look so identical to everything they envy and do not suspect the wanderers hidden in the mirrors.
The fissure lies in the refracted one who keeps brushing his teeth and doesn't notice something moving alongside him, he mimics it and waits for the weakness in his shoulders to feel the weight, so that the pain does hurt.
Do you see them? Look closely, there they are... just enough to write, you have to sing, keep combing your hair, training and making money, dressing gallantly to polish the shine of your reflection, you have to be ready for everyone to see you.
The time has come. Someone made click, someone records and no one would believe that the so pristine wake of your versatility has a darkness that -if you notice it- emerges clearly evident in some of your smiles.
Imagen de Çiğdem Onur en Pixabay
Imagen de Çiğdem Onur en Pixabay