Musas. Palabra antigua que data de los años sin memoria cuando los humanos descubríamos nuestro potencial artístico, creador, científico y filosófico. En resumen, entrañamos a las musas al crear, al oír, al sentir. ¿Por qué sino, tenemos sufrimientos e idilios con ellas, quienes nos inspiran pero a la vez nos torturan con su indiferencia? ¿Por qué anhelamos esa relación íntima con nuestro poder creativo, que nos rehuye una y otra vez para luego posarse suavemente en nuestra frente cuando menos lo esperamos?
Fuente "Nunca me fui, querido. Solo esperaba que pudieses escucharme"
Sí, somos sus víctimas voluntarias, esclavos del placer de crear. Muchos pasan la vida en pos de ella, hasta el fin de su vida creativa, queriendo estrecharla mientras ésta se escurre por los pasadizos del tiempo hasta ser olvidada. No quiero ser de esos, no. Creo fielmente que mi musa está presente, siempre conmigo, me acompaña y me envuelve cuál manto, eleva todos mis pensamientos y mueve mis articulaciones al escribir estas palabras. Pero ¿Cómo? ¿tendré quizás alguna iluminación, algún sagrado método?
No
Solo tengo la creencia. La creencia de que lo mejor que puedo ser está por venir, de que mi inspiración no yace en el presente, proviene del futuro. Así es, tan increíble como suena o parece al leerlo, mi musa existe en forma de fe en que existirá en el próximo paso, en la próxima estación, en la próxima etapa de mi desarrollo creativo. Esto me motiva a siempre crecer y desarrollar mas, explorar nuevos horizontes y buscar nuevas metas porque sé que en mi futuro, mi propia forma evolucionada me espera, con una musa incluso mas poderosa en su porvenir, y así sucesivamente, creando una cadena infinita de mejoramiento, de inspiración y de confianza al saberme invulnerable a la obsolescencia, a la mediocridad, al hastío de no saber qué me inspira o por qué.
Fuente "Tu ser futuro te observa ahora mismo a través de tu memoria"
Gozo de esa alegría, de esa magnitud cósmica, cómodo y consciente de que incluso si mi vehículo sideral, mi cuerpo envejece y decae, mi musa siempre se renovará, siempre vigente, siempre joven, atractiva y seductora. Busco lo que hay mas allá, busco lo que aun no sé, lo que me fortalece, mi musa y yo tenemos una relación íntima, la desconozco en su totalidad y ella a mí pero nos sabemos fieles en nuestro trayecto cósmico hacia la mejor versión de nosotros.