Se prometió que no volvería a enamorarse
Pero entonces llegó él y,
Dios, le enamoró con todas sus pequeñas cosas.
Se enamoró de la forma en la que cierra sus ojos cuando sonríe,
Se enamoró de su cabello despeinado,
Se enamoró de la forma en la que se deja caer sobre los bancos,
Se enamoró de sus manos pequeñas,
Se enamoró de su risa silenciosa,
Se enamoró de su voz suave y de su cara sin afeitar.
Pensó que no pasaría, pero cuando se le quedó mirando mientras él le contaba algo se dio cuenta,
Se había enamorado de él. De todo él.
Estaba enamorada, estaba jodida.
Pero ya no le importaba, ya no le dolía.
Y aunque no sabía hasta que punto eso estaba bien, se sentía al menos un poco feliz,
Porque tenía la suerte de tenerlo en su vida, así sea como un amigo.
Y así era suficiente.
