Esta última semana de abril y primera semana de mayo me tocó ir a trabajar a Los Roques, me encargo de llevar la parte de la logística de 4 negocios de allá y llevo la contabilidad de 6 empresas roqueñas, es por ello que debo ir de vez en cuando.
El running siempre me acompaña a todos lados, y por supuesto mis zapatos de Trail viajaron conmigo al archipiélago de Los Roques esta semana.
Estar en los roques para todo el mundo es diversión y desestresarse, pero créanme que para mí no, yo voy a trabajar, a solucionar cosas que van saliendo del día a día, a impulsar a las chicas en su labor, a supervisar que los procesos y procedimientos se realicen adecuadamente…. Ay!! Ya solo de escribir todo eso, me estrese jajajaja es por ello que allá también se corre.
Ver el amanecer corriendo en los roques es una sensación muy especial, la brisa en tu rostro al correr hace que sientas que estás volando.
Técnicamente hablando, el correr contra la brisa te crea resistencia que te ayuda a mejorar tu velocidad en condiciones normales.
Cada vez que corro en caracas, después que entreno por varios días en Los Roques, me siento más rápida, quizás sea cierto, quizás no, pero esa sensación de estar corriendo mucho más rápido cada vez que regreso, me encanta 🥰
Correr siempre será una buena idea para recrearte cuando viajas por trabajo, te ayuda a librar estrés, te ayuda a que las ideas sean más claras, te ayuda a conectar con la naturaleza y con la energía del lugar donde estás.
A mi me encanta correr en los roques, me encanta subir sus tres cerros, tomarme fotos en el faro y en la figura de la virgen. En esta oportunidad, fui a otro cerro, donde la vista te da al norte del mar caribe, un mar que rodea todo el archipiélago, mostrando sus diferentes colores y enamorándonos con su majestuosidad
Si les soy sincera, sueño con hacer una carrera allá, sueño con hacer una acción benéfica deportiva para la población roqueña, que sé que lo necesitan … y les digo algo? Todo lo que sueño, lo creo 😉
La felicidad no necesita filtro