Continuando con mis actividades de entrenamiento, ayer fue un día especial. Junto a mi esposa y un grupo de amigos, fuimos al estadio para realizar una sesión de series de velocidad. Siempre es muy motivador compartir estos momentos con personas que comparten la misma pasión.
Comencé con un calentamiento dinámico, esencial para preparar mis músculos. Este tipo de calentamiento me permite activar cada parte del cuerpo y evitar lesiones. Después, hice un trote suave de 2 km para aumentar la temperatura corporal y asegurarme de que estaba listo para lo que venía. La energía era contagiante y sentí que el ambiente nos alentaba a dar lo mejor de nosotros.
Cuando terminó la parte de calentamiento, inicié mis series de 400 metros. Opté por hacer 8 repeticiones, que para mi fue muy, gratificante. La primera serie siempre la tomo como una adaptación; la idea es acostumbrar al cuerpo al esfuerzo que está por venir. Tras ese primer impulso, fui ajustando un poco el ritmo en cada serie. Cada repetición me permitió concentrarme en la técnica y en mantener una buena respiración, elementos clave para alcanzar mis objetivos de velocidad.
Al finalizar las 8 series, sentí una mezcla de agotamiento y satisfacción. Pero no podía parar ahí; continué con 1.5 km de relajación. Este trote suave es fundamental para ayudar a mis músculos a recuperarse y regresar gradualmente a la calma. Reflexionando sobre el entrenamiento, cada sesión como esta me recuerda que el verdadero progreso se construye con dedicación y esfuerzo.
Al final del día, regresar a casa junto a mi esposa, sintiéndome realizado y lleno de energía, fue la mejor recompensa y me siento siempre listo para continuar este viaje de mejorar mis capacidades como corredor.
Continuing with my training activities, yesterday was a special day. Together with my wife and a group of friends, we went to the stadium for a speed training session. It is always very motivating to share these moments with people who share the same passion.
I started with a dynamic warm-up, which is essential for preparing my muscles. This type of warm-up allows me to activate every part of my body and avoid injury. Then, I did a gentle 2 km jog to raise my body temperature and make sure I was ready for what was to come. The energy was contagious, and I felt that the atmosphere encouraged us to give our best.
When the warm-up was over, I started my 400-metre sets. I opted to do 8 repetitions, which was very rewarding for me. I always take the first set as an adaptation; the idea is to get the body used to the effort that is to come. After that first push, I adjusted the pace a little in each set. Each repetition allowed me to focus on technique and maintaining good breathing, key elements in achieving my speed goals.
At the end of the 8 sets, I felt a mixture of exhaustion and satisfaction. But I couldn't stop there; I continued with 1.5 km of relaxation. This gentle jog is essential to help my muscles recover and gradually return to calm. Reflecting on the training, each session like this reminds me that real progress is built with dedication and effort.
At the end of the day, returning home with my wife, feeling fulfilled and full of energy, was the best reward, and I always feel ready to continue this journey of improving my abilities as a runner.