





Se suponía que hoy debía correr solo 15 kilómetros suaves, debido a que ayer corrí montaña y el entrenamiento fue fuerte, pero es domingo y los domingos me gustan que sean de un fondo bien retador. Decidí en plena ruta aumentar 3 kilómetros más siempre y cuando sea a un ritmo bastante suave. La ruta era llegar hasta los monolitos (los próceres) y devolverme hasta la plaza de los palos grandes. El sol estaba sumamente potente, pero el azul
del cielo junto con la montaña de fondo se veían espectacular, realmente era un hermoso día para contemplarlo y correr a gusto.
El clima estaba perfecto para mí porque me encanta correr con sol, los primeros 9 kilómetros iba de maravilla, con un ritmo cardíaco bastante bueno como para platicar sin sentir fatiga, pero en el kilómetro 12 hasta el 16 ya sentía las piernas pesadas y me costaba un mundo avanzar al ritmo en que venía corriendo, así que para poder aguantar los 18k lamentablemente tuve que bajar el ritmo para cumplir con la meta de 18 kilómetros. Hoy estaba acompañada de un runner que me ayudó a no detenerme y seguir con un ritmo suave de 6. Efectivamente siento las piernas muy pesadas por falta de descarga, espero pronto ir a hacerme la descarga. Nos vemos en el próximo entrenamiento.